¡Estos son avances tecnológicos que valen la pena!
Cada vez que se va a un museo a ver pinturas famosas, está prohibido tocarlas pero hoy será distinto: la exposición en el Museo del Prado de Madrid, es el producto de un nuevo proceso de impresión inventado en España llamado Didú.
Éste fue desarrollado por un estudio de impresión, el cual produce objetos físicos al igual que una impresora 3D, excepto que lo hace mediante un proceso químico completamente diferente. El proceso comienza con una foto de alta resolución de la pintura, los empleados seleccionan texturas y características para que las personas ciegas puedan tocarlas.
En este aspecto, los pequeños detalles y lo que puede parecer insignificante a primera vista, puede ser fundamental en la comprensión de cada imagen. Después de 40 horas de trabajo en cada imagen, los volúmenes y las texturas se definen y se imprimen con tinta especial. Luego un método químico se aplica y da volumen a los elementos inicialmente planos.
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