Si te asombró su diseño floreado, espera ver las sorpresas que guarda desde 1750.
Este extraordinario y tradicional bar irlandés se puede ver desde lejos gracias a su impresionante decoración, se destaca de una manera bastante original por estar cubierto en cientos de flores y arbustos. Si crees que el Churchill Arms se ve increíble, espera ver cómo es por dentro: carteles, fotografías, plantas y un rincón escondido te sorprenderá. Construido en 1750, es uno de los bares más antiguos que todavía sigue de pie en una de las esquinas de Londres en el barrio de Nothing Hill. Los abuelos de Winston Churchill eran visitantes regulares en la década de 1800, lo que finalmente llevó a la denominación de su nombre después de la Segunda Guerra Mundial.
Según Messy nessy chic no sólo llama la atención por su fachada colorida sino que su fama se debe a que en una pequeña parte del negocio y algo apartado de los tragos irlandeses, también sirve comida tailandesa hace 15 años. Una vez que pasas la puerta encontrarás un montón de fotografías de Winston Churchill que cuelgan de las paredes, todo el techo del lugar está cubierto con miles de objetos pequeños y recuerdos como lámparas y banderas. ¡Imposible despegar la mirada de todo lo que hay ahí!
Un espacio que invita a todos a sentirse como en casa y eso se debe a que está ambientado como un lugar acogedor por su decoración. Aunque sea británico, tiene un gran secreto escondido en una pequeña esquina: como si hubiese un portal a un paraíso tropical, se encuentra un pedazo de Tailandia. Lleno de plantas que cuelgan de macetas, carteles de jardinería y una imagen de la reina son algunos de los toques artísticos que lo caracterizan.
Sin duda es un lugar creativo e innovador que se ha reinventado en su diseño por décadas y sigue siendo atractivo por su forma revolucionaria de proyectar historia en sus paredes.
