“Utilizo lo que tenga a la mano, lo que la naturaleza me regala y lo que la gente bota”
Así es cómo este excéntrico artista reutiliza lo que existe convirtiéndolo en objetos que maravillan a cualquiera. Blair Somerville construyó un mundo increíble constituido por cuantiosos, creativos y estrafalarios inventos que se entremezclan en una sinfonía de color, sonido y movimiento. Cada objeto creado por el particular artista cobra vida desplegándose con personalidad propia e interactuando con el espacio que los rodea.
Situado en en un remoto rincón de la Isla Sur de Nueva Zelanda, la galería se ha convertido en la obra de la vida de Somerville, siendo por un lado un testimonio de su ingenuidad artística, y por otro una atracción turística poco convencional , donde los visitantes pueden experimentar de primera mano sus interactivos y sorprendentes inventos hechos de desecho.
Visto en Joeybania