En la mayoría de los casos, cuando se acaba el papel higiénico arrojamos automáticamente el rollo al basurero.
¿Quién iba a imaginar que a partir de este desecho se podían crear verdaderas y originales piezas de arte? ¡Junior Fritz Jacquet fue la persona!
Fritz Jacquet dejó volar su imaginación y logró convertir simples rollos de papel en divertidos rostros, uniendo así el mundo de las artes y del reciclaje.
Inspirado en el origami, cada máscara fue construida a partir de un simple rollo de papel higiénico que fue forrado y aplastado hasta que se logró simular una expresión facial humana. El segundo paso fue cubrir las piezas con una capa de laca y otros pigmentos, ¡y listo!
No pierdas más tiempo y descubre que puedes hacer tu con un rollo de papel.
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