Al detenerme a mirar estos magistrales objetos de cerámica creados por el artista Matthew Chambers, una serie de imágenes familiares se me viene a la mente: el gesto de la apertura de una cámara, una coraza protectora de un armadillo acurrucado, las olas del mar y tantos otros elementos con los que convivo frecuentemente. Y es que así son estas increíbles esculturas hechas a mano, dan pie a un sin fin de asociaciones, abriendo un mundo inmenso de recuerdos y momentos.
Durante los últimos 8 años Chambers ha estado trabajando en su estudio donde crea cada pieza de manera espontánea, sin dibujos, ni maquetas, ya que prefiere experimentar libremente y explorar las capacidades de su creatividad, de su técnica y del material.
Cada capa es una sección individual de su obra, pero no cabe duda que la unión y complementariedad de estas es la que le da una riqueza única y especial.
Visto en Matthewchambers