Si todas las cortinas del lugar permanecen cerradas, es porque algo extraño tiene.
Discretamente escondido en una calle de South Pigalle en París, hay un restorán que no se aprecia mucho desde el exterior, pero esa es la idea. Petrelle lleva más de 20 años en el negocio de las comidas, pero la verdad es que llama más la atención porque por fuera parece un lugar tranquilo y algo oscuro. Como si fueses a viajar el pasado, este lugar de seguro te llevará a un París antiguo donde la aristocracia se disfrutaba de la belle époque.
Según Messy nessy chic, incluso las cortinas de las ventanas cubren su interior, lo que generara intriga en quienes pasan por su lado. Sin querer revelar mucho, este lugar guarda secretos que su dueño no desea revelar en primera instancia.
Dirigido por un francés excéntrico llamado Jean-Luc André, además es el chef y dueño de la galería de arte que se encuentra al lado del restorán. Este lugar es perfecto para llevar a alguien importante a comer: donde veas hay algún recuerdo o objeto artístico que cautiva desde que uno pasa por la puerta y eso lo hace acogedor. Tiene rincones rodeados de pilas de libros y cosas curiosos que encontrarías indagando el ático de tu abuelo.
Las velas y las lámparas antiguas marcan la pauta para una cena de amantes clandestinos, con sus tonos tenues y tranquilos es un ambiente que genera calma. Es un verdadero gabinete de curiosidades que de seguro se gana el corazón de cualquier visitante que tenga una debilidad de coleccionar cosas extrañas.
Incluso el menú de este lugar parece algo antiguo por su caligrafía, como una carta de amor que le envió un soldado a su mujer amada en medio de la guerra.
Este restorán es una pieza excéntrica que parece de colección, además es impresionante la cantidad de detalles que posee como por ejemplo los baños: ambientado con plumas y revistas, mientras que su exterior está lleno de conchas de mar. ¡Demasiado impresionante para ser verdad!