Este padre compró un montón de pinturas antiguas y sus hijos se encargaron de refrescarlas

¡Qué ilustraciones más divertidas! La de Jesús me sacó una carcajada.

Este padre compró diferentes imágenes en tiendas de segunda mano y se las enseñó a sus hijos. los tres discutieron sobre lo que veían en ellos y en cómo podían hacerlos más interesantes.

Y fue así como sus hijos dibujaron lo que, según ellos eran sus puntos de vista. Después él escaneó los dibujos, los recortó al tamaño adecuado, los imprimió y los pegó en las imágenes.

Una divertida y original actividad para pasar el tiempo con los pequeños. ¡Me encantó! De todas maneras haré lo mismo cuando mis hijas crezcan.

Si quieres ver más trabajos de este padre con sus hijos, revisa su página web.

Visto en Boredpanda.