Boris Ponomarev es un joven artista que da que hablar…
El primer lienzo que utilizó fue las paredes de su casa. A medida que pasó el tiempo y como buen autodidacta fue perfeccionando su técnica y afilando sus habilidades, demostrando ser un artista completamente versátil y siendo capaz de igualar la destreza de grandes artistas y del mismo modo crear obras maestras del graffiti. No cabe duda de que su faceta de graffitero empedernido fue la que elevó a Ponomarev como artista ubicándolo en altos escalones de la escena de este reconocido “arte callejero”.
Al darse cuenta de que su real pasión era justo lo que mejor hacía, el artista comenzó decidida y dedicadamente a ampliar su espectro artístico, experimentando con diferentes medios en busca de enriquecer aún más su trabajo. Entre una serie de aciertos y errores logró dar en el clavo, dilucidando que la luz era un elemento extraordinario para trabajar.
Así fue como llegó a su aclamada obra “El color de la luz”, en la cual construye una pieza artística genuina, donde la luz permite que cada parte del graffiti cobre vida. Logra iluminar un territorio inexplorado generando un espacio donde la creatividad, la técnica y le espontaneidad se entremezclan de sorprendente manera.
httpv://vimeo.com/19064362