Para él las noches más oscuras son las que hacen a las estrellas brillar más fuerte.
Mientras que el arte siempre ha sido una parte importante de la vida de John Bramblitt, no fue hasta que perdió completamente la visión que trató de pintar por primera vez. Desde la edad de 11 años, la visión de Bramblitt fue perdiéndose y para cuando tenía 30 años, era completamente ciego, llevándolo a lo que él llama “el más profundo, más oscuro agujero” de la depresión. Él explicó que se sentía “como si tuviera ningún potencial; que básicamente yo era un cero”.
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Un año después de que él llegó a ser completamente ciego, intentó dibujar mediante el uso de un tipo de pintura de tela con bordes elevados. Y aunque él dice que su primer dibujo exitoso fue deforme y torpe, el hecho de que pudiera conectar líneas y curvas para formar una imagen, lo dejó con la esperanza tan brillante como un rayo de sol. Desde entonces ha creado una serie de impresionantes pinturas dinámicas que estallan con color y textura.
Mientras tanto, el braille (sistema de lectura para ciegos mediante puntos), en los tubos de pintura le ayudara a identificar los colores individuales. Durante más de una década, el artista inspirador ha recibido varios honores y ha sido objeto de mucha atención de los medios por sus magníficas pinturas creadas a pesar de su supuesta desventaja.
“En cierto modo, me alegro de que me quedé ciego, esto tiene más sentido cuando dejas de pensar en la adversidad como un obstáculo, y empiezas a verlo como una experiencia, algo que se puede aprender y crecer”, dijo Bramblitt.
Visto en My modern met.
