¿Ya te diste cuenta que las vacaciones están a la vuelta de la esquina? ¡Sí! Ya ha llegado la época del año más esperada por todos, bueno, en realidad, no por todos, ya que para muchos hay algunos días de las vacaciones y festividades que son sinónimo de estrés sobre estrés. ¡Así que sorpresa! Hoy te traemos la solución perfecta para combatir el maldito estrés, sólo debes dejar que tu lado creativo se encargue.
La Arteterapia es una forma de tratamiento que se fundamenta en que las expresiones artísticas tienen el poder de ayudar a sanarnos, a mejorar nuestra autoestima o simplemente a relajarnos. Es única, ya que como sabemos, la mayoría de las formas de terapia se basan en el lenguaje como el primer modo de comunicación, y esta no.
Te alegrará saber que las opciones de Arteterapia que conocerás hoy requieren de pocos materiales y de ninguna compleja habilidad artística—de hecho, mientras menos te manejes en el arte, mejor.
Un consejo: Pon todas tus ganas y sentimientos en el proceso, dejando de lado las comunes expectativas puestas en el producto final.
1. Crea un collage a color
El color tiene la habilidad de afectar nuestros ánimos. Por lo que tómate un tiempo y profundiza respecto al color que sientes estás reflejando y experimentando en un momento específico. Trabajar dentro de tu actual estado emocional puede ayudarte a encontrar el sentido de porqué te sientes de la manera en que te sientes y darte cuenta que, quizás, no es un lugar tan malo para estar.
2. Haz una máscara de poder
Con frecuencia pensamos que el fin de usar una máscara es escondernos y ocultar algo, pero algunas veces esta capa de protección y anonimato nos hace sentir libres y en realidad ayuda a expresar algo cierto, difícil y real. Crea una máscara de poder, llena de símbolos que te hagan sentir fuerte (piensa en el disfraz de algún actor o en un casco de atleta). Te la puedes poner cuando te estés preparando para alguna situación difícil—ya sea una cena con la familia completa o dar un discurso en el trabajo—y pruébate a ti mismo que puedes salir victorioso de cualquier situación con o sin la máscara.
4. Empieza una cadena de ‘doodles’
Es imposible que un doodle se vea mal. Una vez que cedas a las miles de posibilidades que nacen cuando líneas onduladas logran una forma no identificada, encontrarás peligrosamente difícil parar de dibujar. Empieza una toma “doodle-centrista” con un amigo o un ser amado para aflojar el apego hacia tu creación. Es bastante mágico ver a tu solitario garabato florecer en una gran bestia ante tus ojos. También puedes probar esto con un compañero por correspondencia para dar un giro más innovador en una cadena de correo.
5. Haz un bosquejo de un autorretrato de un “yo del pasado”
Aquí no estamos hablando de vidas pasadas, sino de versiones de ti con las cuales has perdido contacto. Ya sea estés visitando una fase tuya de inocencia, de ignorancia o simplemente de diferencia, usar el espacio entre imaginación y memoria, te ayudará a descubrir cuán maleable eres. Se siente casi como estar leyendo tu viejo diario por primera vez en años.
6. Construye un árbol de deseos
Toma la sugerencia de Su Majestad Yoko Ono y construye un objeto físico para que sostenga tus sueños más alocados. Usa una planta real o un objeto con forma de árbol que hayas creado, escribe tus deseos en un papel y cuélgalos, uno por uno. Puedes invitar a otros a que hagan lo mismo. Escribir tus sueños y esperanzas en un papel te acerca un paso más a que se hagan reales. Sin mencionar, los pequeños papeles blancos parecen flores desde lejos.
7. Pinta tu propio set personal de muñecas Rusas
Si bien estamos construidos un poco diferentes—principalmente, no hechos de madera—nosotros también tenemos capas situadas dentro de nosotros todo el tiempo. ¿Cuál es el “tú” que representas ante el resto? ¿Qué hay con respecto a tus seres queridos más confiables? ¿Qué permanece en ti? Puedes comprar un set de muñecas y pintarlas por sobre el dibujo original, o pintar un set de cajas de regalo de cartón u otros objetos apilables. Siéntete libre de usar imágenes y palabras para recrear las capas que ves cuando piensas en ti.
8. Añade tu toque a una obra maestra
¿Intimidado por una flagrante hoja de papel en blanco? Sí, nosotros también. En vez de partir desde cero, trata añadiendo algo en alguna pintura que ya conoces y amas para aumentar tu confianza y disminuir el riesgo. Ya sea estés aplicando maquillaje sobre la Mona Lisa o llenando los espacios blancos de una de las pinturas de Paul Klee con tu propio estilo de criaturas alienígenas, estamos seguros que los artistas originales estarán honrados por tu tributo. Quién sabe, te podrías convertir en un famoso artista de apropiación en el proceso.
9. Arma un espacio seguro
Esta es para los arquitectos entre nosotros. ¿Recuerdas haber construido un fuerte de almohadas cuando eras un niño? ¿Ese espacio acogedor y secreto para ti y sólo para ti? Toma inspiración del niño de cinco años dentro tuyo y construye una fortaleza para adultos—Ejem, una instalación de arte. Puedes crear una carpa clásica si así lo deseas o simplemente ordena objetos de valor en un armario o bajo la cama. Incorpora cosas nostálgicas, viejos juguetes o frazadas, luces centelleantes—cualquier cosa que te haga sentir fuera del mundo que te rodea. Coloca una canción tranquila y deja que los buenos sentimientos te bañen.
10. Construye un “anti calendario” festivo
Con frecuencia, los calendarios están llenos de quehaceres, obligaciones y responsabilidades, convirtiendo los próximos días en sinónimos de estrés. Crea tu propio calendario, el cual hemos apodado como un anti calendario. Date a ti mismo un chocolate cada día, disfruta de un cumplido, o crea un mandato alentador como “hoy toma desayuno en la cama”. Si todo va de acuerdo al plan, te podrás encontrar contigo saltando de la cama cada mañana como un niño en Navidad.
Visto en Huffingtonpost