Para empezar siempre debes recordar que “cada cuento es un mundo propio”.
Si está dentro de tus planes escribir un cuento (en mi país hay un dicho que es antes de morir debes tener un hijo, plantar un árbol y escribir un cuento), estos son algunos consejos que debes tener en cuenta. El gran escritor Julio Cortázar escribió “Del cuento breve y sus alrededores”, donde expone distintos puntos claves que se deben tener en cuenta al momento de escribir, es por eso que homenajeando este día importante, quiero que los veas. Todos podemos escribir cosas increíbles, sólo hay que dejarse llevar por la imaginación y saber o conocer que hay algunas técnicas que harán más fácil esta actividad.
1. No existen leyes para escribir cuentos, pero sí muchos puntos de vista
“Nadie puede pretender que los cuentos sólo deban escribirse luego de conocer sus leyes… no hay tales leyes; a lo sumo cabe hablar de puntos de vista, de ciertas constantes que dan una estructura a ese género tan poco encasillable”.
2. El cuento es una síntesis centrada en lo significativo de una historia
“El cuento es una síntesis viviente a la vez que una vida sintetizada, algo así como un temblor de agua dentro de un cristal, una fugacidad en una permanencia”.
3. La novela gana siempre por puntos, mientras que el cuento debe ganar por knock-out
“La novela acumula progresivamente sus efectos en el lector, mientras que un buen cuento es incisivo, mordiente, sin cuartel desde las primeras frases. El buen cuentista es un boxeador muy astuto. Tomen ustedes cualquier gran cuento que prefieran, y analicen su primera página. Me sorprendería que encontraran elementos gratuitos, meramente decorativos”.
4. No existen personajes ni temas buenos o malos, existen buenos o malos tratamientos
“Un mismo tema puede ser profundamente significativo para un escritor, y anodino para otro; un mismo tema despertará enormes resonancias en un lector, y dejará indiferente a otro. En suma, puede decirse que no hay temas absolutamente significativos o absolutamente insignificantes. Lo que hay es una alianza misteriosa y compleja entre cierto escritor y cierto tema en un momento dado, así como la misma alianza podrá darse luego entre ciertos cuentos y ciertos lectores”.
5. Un buen cuento nace de la significación, intensidad y tensión con que es escrito
“El elemento significativo del cuento parecería residir principalmente en su tema, en el hecho de escoger un acaecimiento real o fingido que posea esa misteriosa propiedad de irradiar algo más allá de sí mismo. La idea de significación no puede tener sentido si no la relacionamos con las de intensidad y de tensión, que ya no se refieren solamente al tema sino al tratamiento literario de ese tema, a la técnica empleada para desarrollar el tema. Y es aquí donde, bruscamente, se produce el deslinde entre el buen y el mal cuentista”.
6. El cuento es un mundo propio
Cortázar señala a Horacio Quiroga que en su decálogo explicó “cuenta como si el relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida en el cuento”.
7. El cuento debe tener vida
“Cuando escribo un cuento busco instintivamente que sea de alguna manera ajeno a mí en tanto demiurgo, que eche a vivir con una vida independiente, y que el lector tenga o pueda tener la sensación de que en cierto modo está leyendo algo que ha nacido por sí mismo, en sí mismo y hasta de sí mismo, en todo caso con la mediación pero jamás la presencia manifiesta del demiurgo”.
8. El narrador no debe dejar a los personajes al margen de la narración
“Siempre me han irritado los relatos donde los personajes tienen que quedarse como al margen mientras el narrador explica por su cuenta detalles o pasos de una situación a otra. La narración en primera persona constituye la más fácil y quizá mejor solución del problema, porque narración y acción son ahí una y la misma cosa… en mis relatos en tercera persona, he procurado casi siempre no salirme de una narración. Me parece una vanidad querer intervenir en un cuento con algo más que con el cuento en sí”.
9. Lo fantástico de un cuento sólo se logra con la alteración de lo normal
“Sólo la alteración momentánea dentro de la regularidad delata lo fantástico, pero es necesario que lo excepcional pase a ser también la regla sin desplazar las estructuras ordinarias entre las cuales se ha insertado… la peor literatura de este género es sin embargo la que opta por el procedimiento inverso, es decir el desplazamiento de lo temporal ordinario por una especie de “full-time” de lo fantástico, invadiendo la casi totalidad del escenario con gran despliegue de cotillón sobrenatural”.
10. El oficio del escritor es imprescindible para escribir buenos cuentos
“Para volver a crear en el lector esa conmoción que lo llevó a él a escribir el cuento, es necesario un oficio de escritor, y que ese oficio consiste, entre muchas otras cosas, en lograr ese clima propio de todo gran cuento, que obliga a seguir leyendo, que atrapa la atención, que aísla al lector de todo lo que lo rodea para después, terminado el cuento, volver a conectarlo con sus circunstancias de una manera nueva, enriquecida, más honda o más hermosa. Y la única forma en que puede conseguirse este secuestro momentáneo del lector es mediante un estilo basado en la intensidad y en la tensión, un estilo en el que los elementos formales y expresivos se ajusten, sin la menor concesión… tanto la intensidad de la acción como la tensión interna del relato son el producto de lo que antes llamé el oficio de escritor”.