Por Rafael Herrera
17 marzo, 2015

Porque la destrucción no es lo suyo, sino todo lo contrario…

Raúl Lemesoff compró un Ford Falcon de 1979 que perteneció a las Fuerzas Armadas argentinas. Lo destruyó y sobre los cimientos armó un tanque que no dispara balas ni proyectiles, sino que recolecta y entrega libros a la comunidad. Esto para incentivar la lectura y la expansión de las mentes. Observa cómo la gente reacciona ante un arma de tal calibre:

httpv://youtu.be/lxXR2MTmyrA

Iniciativas como esta generan cambios verdaderos en la sociedad, sin imponer hábitos a la fuerza.

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