Por Ignacio Mardones
17 julio, 2015

Cambiarlo depende de nosotros. 

Décadas de estudios e investigaciones científicas concluyen en algo muy específico: el nivel socioeconómico de la familia de cada niño tiene una incidencia real en su aprendizaje. Los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo cerebral del menor, ya que éste se moldea según su entorno y los estímulos que recibe. De estar en condiciones desfavorables, se podría afectar su concentración, la memoria, el autocontrol y el lenguaje. Por eso es tan importante que se actúa con efectividad en este tema, además que, luego de un tiempo, las desventajas se hacen más notorias y la sociedad tiende a decir que son “casos perdidos”, sin darles la oportunidad de crecer intelectualmente.

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@aperfectdesiire

Los factores que afectan en un desarrollo pobre del cerebro son variados, y para los científicos es difícil establecer una jerarquía de las causas. Sin embargo, se observa que el estrés, la nutrición deficiente, el poco tiempo con los padres, la mínima educación que reciben en la escuela, el poco tiempo de sueño, todo eso afecta en gran medida cuando se trata de entender el porqué del asunto. En un hogar de nivel económico muy bajo, el menor está expuesto a un promedio de 13 millones de palabras, mientras que en un ambiente de clase alta, el menor se expone a un promedio de 45 millones. Todos estos elementos tienen una repercusión en el cerebro, los científicos han hecho observaciones minuciosas y lo que han descubierto es impresionante.

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Farida Talibzadeh

Analizaron los cerebros de 60 niños en etapa de desarrollo, y quienes venían de sectores económicos bajos tenían cambios notorios en el volumen de la amígdala cerebral. Esta región se caracteriza por procesar las emociones y también es afectada por el estrés. El hipocampo es una región diferente, responsable de la memoria, y en esta zona, al igual que en la anterior, se vieron los efectos del estatus socioeconómico. Quienes venían de un sector educativamente superior, en el cual los padres están presentes, tenían una amígdala cerebral más pequeña; no así con el hipocampo, el cual aumentaba de volumen en este caso. Otra área del cerebro que cambia según los patrones antes señalados, es la corteza cerebral. Estos datos no son menores, ya que prueban el carácter plástico y moldeable del cerebro, al igual que su aptitud de transformación.

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@Sannddriii

Ahora la gente que llevó a cabo los estudios está concentrada en buscar soluciones. Con esta información pueden identificar a los niños que necesitan más ayuda; de esta forma entender su entorno, producir los cambios que se necesitan para que los efectos negativos se reviertan. No es algo que pueda hacerse sin un ayuda general, también tiene que ver el cómo cada país lidia con sus propios conflictos sociales internos y de pobreza. Aun así, estos datos hacen que las posturas que tienden a restarle importancia al tema, relativizándolo o quitándole crédito, pierdan fundamento ante la evidencia empírica.

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@i__saam

Todo niño debería poder crecer en un ambiente libre de estrés, con padres que lo estimulen y le transmitan paz y tranquilidad; aspectos que son decisivos a la hora de entender su desarrollo tanto intelectual como emocional. Una buena nutrición y ejercicio constante, también ayudan a que el niño se vuelva más hábil y pueda desenvolverse con normalidad. Ya hay organizaciones que se están preocupando de acortar las brechas socioeconómicas, existen miles de voluntarios alrededor del mundo que trabajan supervisando a los niños en su primera etapa. Así suplen lo que su realidad no les puede entregar y quizás algún día, cuando esa buena voluntad haya dado frutos, ellos puedan hacer lo mismo por quienes más lo necesiten.

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@daydreamillusion

¿Qué crees que se debe hacer?

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