Por Francisco Lira
15 mayo, 2015

Un noticiero en New Mexico, Estados Unidos, lanzó un reportaje sobre una investigación científica que concluía que la barba de hombre contenía más heces fecales que un inodoro. Las reacciones en el mundo de internet no se hicieron esperar, el reportaje se viralizó y de inmediato todo el mundo hablaba del tema. Probablemente más de alguna novia obligó a su novio a cortarse la barba de raíz sin derecho a reclamo. Si este fue tu caso, sacrificaste tu barba en vano. Contrario a lo que se pensó, lo que viste en los medios es completamente falso. Las barbas no almacenan más restos de heces que un inodoro. El problema es que la historia originada en el canal de noticias KOAT se viralizó inmediatamente y el argumento estaba fundado en una vaga investigación científica.
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La famosa investigación consistía en que una reportera saldría a tomar muestras de restos de barbas que extraía con un hisopo de algodón. Luego enviaría estas muestras a un laboratorio para que el experto microbiólogo John Golobic las examinara. En el laboratorio, el experto identificó presencia de bacteria “entérica” la que se habita con frecuencia en los intestinos y le dijo a la periodista que por lo general esas bacterias eran encontradas en las heces fecales. Esto bastó para que todo el mundo se alborotara y se tragara esto como una verdad indiscutida, sin embargo una bacteria asociada a heces fecales no es necesariamente heces fecales.

La bacteria “entérica” pertenece a la familia de las enterobacteriales, las que por lo general son inofensivas y por lo demás se encuentran en todas partes. Es más, en entrevista con la New York Magazine, el microbiólogo Phillip M. Tierno dijo que si vamos a preocuparnos de lo que tenga heces no podríamos vivir tranquilos. Todo lo que tocamos contiene heces fecales. De hecho, basado en un estudio, afirma que se compararon los baños y las cocinas de 15 casas y las cocinas contenían muchísimo mayor número de bacterias y heces fecales que los mismos baños.

Por lo tanto, si te alarmaste al punto de afeitar tu barba, no quiero ni imaginar qué clase de frénesis estás viviendo ahora que sabes que vivimos rodeados de heces fecales. Para todo el resto, calma. Era solo otro exitoso viral de internet.