Por Ignacio Mardones
15 mayo, 2015

Ha sabido vivir la “normalidad” con un estilo propio. 

Es un caso bastante particular: nació sin brazos ni piernas y su madre lo abandonó al poco tiempo. Otra mujer le dio el cariño y el apoyo que la primera no pudo darle, esto hizo que él no tuviera problemas en atreverse a desarrollar actividades que muchos dirían que no le correspondían. Últimamente, ha estado recaudando fondos por un motivo muy especial que deberías conocer:

httpv://youtu.be/WZbjZ3XRQXU

Su nombre es Szabolcs Kollinger y hoy tiene 22 años, la mujer que finalmente lo adoptó se llama Magdolna Antalóczy y tiene el mismo síndrome que él. Esa fue una de las razones por las que el hogar de menores le entregó al niño en primer lugar. Y no pudo haber resultado mejor, ella ha sabido enseñarle a ser un ejemplo de superación personal. El lazo que se ha formado entre ambos es muy fuerte y lo que más desea Szabolcs es poder abrazar a la mujer que le dio una nueva oportunidad de ser feliz.

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De pequeño fue a un colegio para niños con necesidades especiales, fue ahí donde aprendió a hacer todo lo que practica hoy en día. Kollinger es un aficionado a la pintura, al tenis, a la natación y al ping-pong, entre otros. Son sus grandes pasiones y no deja de realizarlas por tener un cuerpo diferente al de los demás. Él se siente totalmente capacitado para los deportes y siempre se las ingeniará para poder lograr sus objetivos.

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A pesar de que son pocos los límites para su gran entusiasmo, él está buscando más independencia y quiere poder dejar de ser una carga para quienes siempre lo han acompañado. Esa también es una de las razones por las que desea brazos nuevos, aparte de la más esencial: abrazar a su madre.

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Esta madre que se merece el abrazo…