Por Teresa Hechem
20 mayo, 2015

“Su muerte real ocurrió en 1973, la fecha de la violación. Hoy fue su muerte legal”.

El lunes 18 de mayo falleció en Mumbai la enfermera Aruna Shanbaug, quien se mantuvo en estado vegetativo durante 42 años, luego de ser violada mientras trabajaba en un hospital. La mujer de 67 años sufrió un daño cerebral severo tras ser estrangulada con una cadena de metal por un trabajador del hospital en 1973.

El sujeto la dio por muerta en el sótano del hospital, donde fue localizada 11 horas después del ataque. La mujer tenía solo 25 años en ese momento. Cabe destacar que el agresor no cumplió condena por violación, sino por intento de asesinato y robo. Estuvo 7 años en la cárcel, pero el abuso no fue denunciado a la Policía.

Según han informado las autoridades hace unos días, a Shanbaug se le diagnosticó neumonía y estuvo bajo soporte vital, pero lamentablemente falleció. Su caso abrió las puertas a la eutanasia pasiva en la India. El caso de Shanbau adquirió repercusión mediática gracias a la activista y escritora Pinki Virani quien luchó durante 29 años por poner fin al sufrimiento de la enfermera. El Tribunal Supremo indio aceptó la eutanasia pasiva.

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Sin embargo, el máximo organismo judicial indio no permitió que su decisión se aplicara a Shanbaug como lo  había solicitado judicialmente Virani, al considerar que la activista carecía de parentesco o cercanía suficiente con la paciente para poder decidir el cese de los tratamientos que la mantenían con vida.

Virani ha dicho que la ha visto morirse poco a poco, con el paso de los años. Comentó que Shanbaug estaba ciega, se le habían caído todos los dientes, no tenía control sobre sus movimientos y su situación fue empeorando debido a una continua diarrea y deshidratación. De ahí que estuviera justificada, según la activista, la conveniencia de la eutanasia.

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“Su muerte real ocurrió en 1973, la fecha de la violación. Hoy tuvo lugar su muerte legal”, dijo Pinki Virani en declaraciones a la televisión. La mujer cree que Aruna contribuyó en gran medida a su país, en la forma de una ley sobre la eutanasia pasiva, que se limita a retirar los sistemas mecánicos o la medicación y alimentación necesarios para mantener con vida al paciente terminal. Se diferencia de la eutanasia activa, que consiste en la aplicación de remedios letales para acabar con la vida del enfermo.

Entre quienes se opusieron a la petición se encontraban las enfermeras del hospital, quienes se turnaron para cuidarla durante más de cuatro décadas, luego de que la familia de Shanbaug se rehusara a apoyarla. Sea como sea, historia de la enfermera conmovió al país durante décadas y abrió un debate inédito sobre la eutanasia en India. 

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