¡No te compliques tratando de ser la mamá ideal!
Hoy en día la paternidad se ha vuelto algo demasiado preciado. Hay padres que simplemente giran en torno a la vida de sus hijos, y se estresan por crearle un infancia realmente mágica. Para ellos sus hijos son el centro del universo, quieren que su éxito sea garantizado y atienden con exceso cada detalle de sus vidas hasta que ellos ingresan a la universidad.
Si te acuerdas de la manera que te criaron tus padres te darás cuenta que es muy diferente a la de hoy. Los padres de antes, dejaban que sus hijos tomaran toda la Coca- Cola que quisieran, dejaban que sus hijos se ensuciaran en el parque o que andarán en bicicleta por el barrio libremente. Ellos no se preocupaban infinitamente, ni sobreprotegían sin necesidad, o eran religiosos en la seguridad de sus hijos. Solo veían crecer a sus hijos y la mayoría acabó bien.
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La mayoría no teníamos 24 horas de acceso a la televisión, video juegos o celulares, a pesar de eso, los padres no se preocupaban de entretener a sus hijos o buscar actividades estimulantes para el desarrollo del cerebro. Dejaban que sus hijos salieran de la casa, e inventaran juegos y simplemente se olvidaban de dónde estaban.
¿Y en algún momento te sentiste poco querido o rechazado? Lo dudo…
Puede ser que simplemente estemos exagerando la paternidad. Nos hemos olvidado de los beneficios de que los hijos fallen, descubran cosas o trabajen duro. Los padres ponen tanto esfuerzo y presión sobre ellos mismos para crear una infancia mágica, siendo que los niños son bastante capaces de ser felices sin la constante supervisión de un adulto. Un buen padre prepara a los hijos para el camino que se les acerca, no el camino para los hijos. Se puede demostrar ser buen padre sin tener que tratar a los hijos cómo príncipes.
@SheSoSheek
Tus hijos estarán bien, no son pobres, desamparados ni excesivamente pequeños. No queremos que el mundo se llene de jóvenes adultos que caen en la desesperación cada vez que se enfrentan a un obstáculo, o que piensan que son la fuerza que mueve al universo. Así que madres y padres, díganle adiós a la culpabilidad por no estar haciendo suficiente, cuando en verdad, ninguna generación de padres ha hecho mucho más que ustedes.