Un experimento de lo más divertido.
Una mujer llamada Diana Rosenfield reunió a un grupo de músicos con el objetivo de hacer una original interpretación de una sinfonía de Beethoven. El ejercicio consistía en que ellos cargaran bebés mientras tocaban sus instrumentos, lo que transformaba el ambiente en algo extraño y conmovedor. El nivel del sonido era más bajo, por lo que los niños podían estar calmados o incluso durmiendo mientras se desarrollaba el espectáculo:
httpv://youtu.be/kbe0-5qRG8w