Estudio demostró que cerca de 22 veteranos estadounidenses se suicidan cada día.
Los datos son estremecedores: aproximadamente 1 veterano cada 65 minutos decide terminar con su vida. Había que hacer algo al respecto, por eso el fotógrafo Devin Mitchell ideó una especie de campaña para generar conciencia sobre esta realidad. Mediante fotografías intervenidas, Mitchell logra hacer entender el trastorno por estrés post traumático (TEPT) que comúnmente afecta a los soldados:
Él viajó con su cámara por todo el país registrando las vidas quebradas de estos veteranos: ellos deben soportar la dura carga de tener imágenes terribles en la cabeza.
Su idea era involucrarse en la vida de los veteranos, entrar a sus casas, conocer sus hábitos, a sus familias, la forma en que llevan su día a día. También él los incentivó a que escogieran el modo en que serían retratados. “Cada vez es una experiencia íntima. A veces las personas me invitan a cenar, a veces paso tiempo conociendo a sus padres, sentado en sus cocinas, hablando con ellos acerca de la vida” cuenta.
De a poco fue entendiendo que para los veteranos que retrataba este era un proceso terapéutico, de alguna manera, los sanaba. Mitchell nombró a la serie de fotografías “Proyecto de la visión del veterano”. “Esta muestra tiene dos caras”, dijo Mitchell. “Se propaga conciencia sobre la comunidad de veteranos, los retos a los que se enfrentan durante la reintegración en la sociedad. Pero también funciona como una terapia para estos sujetos…Se hace visible lo que sienten.”
“Desde el principio del proyecto, fue mi misión dejar que los veteranos dijeran lo que quisieran a través de mis fotografías”, dijo Mitchell. “Muchas de las personas que hacen proyectos sobre los veteranos sólo quieren hacerlo desde un ángulo en particular. Yo quiero explorar todos los temas, toda esa oscuridad.”
Porque en realidad hay mucha oscuridad. Un ámbito que se conoce poco es el de las agresiones sexuales dentro del ejército. Un estudio reveló que anualmente 26.000 personas son abusadas sexualmente mientras se encuentran en las fuerzas armadas, y sólo el 14% denuncia los actos.
Suicidios, abusos, traumas… algo está mal aquí.
