Continúan las manifestaciones en Turquía, desde la violación y el asesinato de una estudiante la semana pasada.
Este 21 de febrero, un grupo de hombres vestidos con faldas salieron a la calle para protestar contra la violación y el asesinato de una estudiante. Este hecho ha causado una ola de indignación en sus habitantes y ha puesto sobre la palestra el índice de violencia de género en Turquía.
La veintena de hombres que se reunieron en Estambul eran observados por las curiosas y divertidas miradas de los transeúntes que caminaban por Istiklal Street, la principal calle peatonal que conduce a la famosa plaza de Taksim, en el lado europeo de la metrópolis.
Los agentes de policía se movilizaron para supervisar el evento, que fue anunciado a través de las redes sociales como una acción para denunciar el brutal asesinato de la estudiante Aslan Özgecan en Mersin y apoyar a todas las mujeres de Turquía. Además, uno de ellos se refirió a la violencia doméstica como un tema trasversal, que afecta tanto a hombres como mujeres: “Esto no es únicamente una historia de mujeres, allí donde las mujeres no puedan sentirse libres, los hombres no se sentirán libres tampoco”, dijo Mustafa Solay. Otro manifestante expresó: “He venido porque hay muchas mujeres en el seno de la sociedad que experimentan violencia, y esto nos hace mal a todos”.
La muerte de la joven de 20 años, que fue violada, asesinada y quemada por tres hombres, ha causado una ola –sin precedentes- de indignación en el país. Decenas de miles de personas protestaron en las principales calles de Turquía mientras cantaban: “¡Di no a la violencia que afecta a las mujeres!”.
El gobierno islámico-conservador ha prometido castigar a los autores de los hechos. A pesar de estas promesas, la oposición y los movimientos feministas critican al presidente Recep Tayyip Erdogan y a los miembros de su partido, que residen en el poder desde 2002, y los culpa de fomentar la violencia contra las mujeres a través de sus prejuicios religiosos.
Visto en: Liberation.fr