La razón tiene una gran lógica detrás.
En muchos países del primer mundo se desperdicia una inmensa cantidad de comida. Francia no está exento de este problema, y es por eso que quizo dar el ejemplo y su gobierno busca tomar medidas serias: quiere adoptar una ley que prohíba a todos los supermercados botar o destruir los alimentos que no se han podido vender y que se van a echar a perder.
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Según estimaciones oficiales, un francés promedio bota a la basura alrededor de 20 a 30 kg de comida al año, de los cuales 7 kg ni siquiera fueron sacados de su envoltorio. Para evitar este desperdicio, los supermercados deben regalar los alimentos a organizaciones de beneficencia que lo necesiten. En caso de que la comida esté en mal estado debe ser regalada a granjas o lugares de alimentación animal.
La Asamblea Nacional de Francia votó unánimemente esta ley y se espera que pronto se vote en el Senado:“Hay una urgencia absoluta, ya que las organizaciones benéficas están desesperadas por comida. La parte más conmovedora de esta ley es que abre puertas y ventanas para todos aquellos que están sufriendo”, dijo el diputado de centro-derecha, Yves Jégo, en el Parlamento del país.
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Los supermercados franceses que cuenten con una superficie superior a 400 metros cuadrados, deberán firmar contratos con organizaciones humanitarias para la donación de alimentos antes de principios de junio de 2016, de lo contrario, los responsables de los establecimientos se enfrentarán a multas de 75.000 euros y una pena de prisión de menos de dos años.
Carlos Martinez
Con esta nueva ley, también se busca prohibir a los supermercados destruir intencionadamente los alimentos que no han conseguido venderse, al igual que los que están en mal estado. En el pasado, algunas tiendas de comestibles rociaban los alimentos desechados con cloro para desalentar a la gente que hurgaba en sus contenedores. Otros también almacenaban deliberadamente su comida en mal estado en almacenes cerrados.
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Se trata de una medida esperanzadora que podría implantarse en todos los países industrializados, ya que se están tirando muchas toneladas de comida que perfectamente podrían alimentar a personas que en verdad lo necesitan. La ley también introducirá programas para educar a las personas a cuidar sus alimentos pues finalmente son las personas en sus casas las que mayor porcentaje de comida desperdician. De las 7,1 millones de toneladas de alimentos desperdiciados en Francia cada año, un 67% lo hacen consumidores y solo un 11% las tiendas y el comercio según el Ministerio de Agricultura de ese país. Y a nivel mundial la cifra es más increíble aún: 1,3 mil millones de toneladas se pierden cada año.
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