Esto es lo que se siente enamorarse de una persona que no existe

Después de leer esto querrás tener mayor privacidad en las redes sociales.

Leah Palmer era una fanática de la moda con un estilo de vida muy sofisticado y tenía miles de admiradores en las redes sociales. Incluso llegó a tener un novio. Pero al final, resultó ser que toda su existencia era un fraude, un robo de identidad. Un engaño que duró varios años y que BuzzFeed se encargó de investigar:

En julio de 2012, Justin, quién decidió dejar su verdadera identidad reservada, comenzó a coquetear con Leah Palmer vía Twitter. Se mandaban mensajes y luego comenzaron a hablar por llamadas de Skype. Misteriosamente, cada vez que decidían juntarse en vivo Leah tenía una excusa para no hacerlo. Además, su cámara web estaba siempre descompuesta.

Este es uno de los miles de tweets que Justin y Leah se enviaban: Justo estoy yendo a la playa por unos tragos… Qué dura vida o no? 

La historia comenzó a ponerse más rara cuando Sonja Polimac, una chica de 24 años, comenzó a salir con Justin por algunos meses. No fue nada serio, sin embargo ella comenzó a darse cuenta que una persona llamada Leah aparecía con regularidad en sus notificaciones de Twitter. Al entrar a investigar un poco para ver de quién se trataba, Sonja se dio cuenta que Leah Palmer constantemente la atacaba por Twitter con mensajes muy odiosos que decían que ella quería robarle a su novio. Sonja jamás había escuchado a Justin hablar de esta mujer, por lo que la cantidad de mensajes y su tono la comenzaron a asustar. Fue a la policía para ver si podía hacer algo pero no habían leyes para estas cosas. Finalmente Justin la dejó por una persona que no conocía.

Justin y Leah estuvieron en contacto por meses pero nunca se juntaron. Como se puede ver en la imagen, se mandaban mensajes muy afectivos pero nunca pudieron concretar nada real. Este es un mensaje de Twitter del Día de San Valentín en el 2013.

@LeahBPalmer, mi favorita. Feliz Día de San Valentín linda. No puedo esperar para estar juntos en un par de días.

Las reuniones siempre terminaban en promesas no cumplidas y el comportamiento de Leah era muy impredecible. En un momento le dijo a Justin que tenía depresión y él trató de apoyarla guardando distancia y siendo  muy comprensivo. A principios de 2014 la relación se agotó, y recién un año después Justin conocería la verdad.

En enero de 2015, a través de Instragram, una mujer de 25 años llamada Ruth Palmer, cuyo apellido de casada es Graves, se contactó con Justin. Ella era británica, trabajaba en una compañía multinacional y ahora vivía en Dubai, Emiratos Árabes, junto a su marido. Era un chica linda, feliz, con muchos amigos y una situación económica muy buena. Tenía la vida que muchos desearían tener… Y alguien cumplió ese deseo.

Entre 2012 y enero de 2015, “Leah Palmer” robó más de 900 fotos de la cuenta privada de Instagram de Ruth y las subió como si fueran de ella. Leah tenía una página de Facebook, muchas cuentas de Twitter e incluso una de Tinder. En todas aparecía el nombre Leah Palmer pero las fotos eran de Ruth. Una persona estaba robando parte de su vida y ella no se había dado cuenta…

La fantasía de la tal Leah Palmer fue tan grave que incluso publicó una foto en que decía que el marido de Ruth era su ex.

Y así las selfies incómodas con mi ex continúan.

Ruth estaba muy preocupada por la situación ya que veía como alguien estaba robándole su vida y siguiéndole los pasos de manera muy acosadora. Le preocupaba su familia y sus amigos así que decidió escribir a Instagram mostrando su pasaporte para que cerraran la cuenta falsa. Al cabo de un tiempo, se dio cuenta de que había vuelto a aparecer. Investigó y logró conseguir el número de teléfono que “Leah Palmer” entregaba en algunos de sus mensajes, pero cada vez que llamaba alguien saludaba y luego cortaba.

Después de esto Ruth dio con Justin y lo contactó por Skype e Instagram. “Fue algo muy incómodo. Hablamos y fue horrible. A este pobre hombre le tuve que contar que yo estaba casada y le conté lo que había pasado. Fue muy intenso, alguien que tiene el tiempo de sentarse y crear esta vida en línea lo engañó… Hay mucho material y yo solo rasguñé un poco en la superficie. Puede que haya hecho mucho más daño”.

En esta última fotografía se aprecia cómo algunas personas se enfrentaron a la persona que creó la cuenta falsa:

Esa no eres tú, por qué robas las fotos de otra chica!!!

Finalmente todas las cuentas de “Leah Palmer” en las diferentes redes sociales fueron cerradas o puestas en formato privado, sin embargo nunca se pudo atrapar a la persona detrás de este engaño. Algunos creen que es alguien cercano a Ruth pero la verdad no está dicha….

Por su parte, Justin aprendió una lección que nunca olvidará: no fiarse de todo lo que aparece en Internet.