Por Simona Villela
24 octubre, 2014

Un restaurante en Carolina del Norte, Estados Unidos, está poniendo su fe en una nueva forma de auto-determinación económica: Pague lo que Dios quiera.

Dana Parris, dueña del restaurante “Just Cookin” en Dallas, Carolina del Norte, decidió sacar los precios de sus menús. En lugar de tener precios determinados, le pide a sus clientes pagar lo que ellos piensan que Dios quisiera.

“Él sólo vino a mí y me dijo que no tengo que hacerlo, que tengo que dejar que él lo haga”, dijo Parris al periódico Gaston Gazette de Carolina del Norte. “La única manera de que pudiera mostrar que le estaba dando el control a Dios era darle el control de mi negocio.”

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Esta nueva táctica se volvió una gran fuente de ingresos para Parris. Los ingresos se le triplicaron en la primera semana de adoptar la modalidad de venta.

Mientras los restaurantes de “paga lo que quieras” están empezando a convertirse en una tendencia, como “Lentil As Anything” en Melbourne, Australia, “SAME Café” en Denver, Colorado, o “Jon Bon Jovi Soul Kitchen” en Red Bank, Nueva Jersey, este restaurante es el único que nos hemos encontrado basado en la fe.

Los residentes de Dallas han recibido de muy buena manera la nueva política de Parris. Como lo indican los informes de Gaston Gazette:

Solo unas pocas personas no han tenido el dinero para pagar lo que podría considerarse un “precio completo” para una comida, dijo Parris. Pero a ella no le importa prestarles ese servicio.

Otros no pareciera que les importara pagar un poco más.

Una enfermera entró hace pocos días con muy poco efectivo y se fue con una bebida y un perro caliente a un precio ganga, dijo Parris. Dos días más tarde, la misma enfermera entregó más de $ 20 por una comida idéntica.

Parris espera que las cosas buenas sigan pasando.

“Rezo para que al mostrar un poco de mi fe, otros también la alcancen. Espero que la gente vea que su amor brilla aquí”, dijo Parris. “A veces sólo tienes que darle el control de las cosas de vuelta a Dios.”

Mientras que realmente es una estrategia novedosa, no está claro si será sostenible. El restaurante de cadena Panera Bread suspendió su política de pague lo que pueda que experimentó el año pasado, cuando los ingresos se redujeron a sólo el 75% del precio de venta, y el restaurante Santorini Grill de la ciudad de Nueva York, con la misma modalidad, cerró sus puertas en 2012 después de apenas cuatro meses de funcionamiento.