Por Ignacio Mardones
31 marzo, 2016

A veces las cosas no son lo que parecen. 

Suele suceder que pidamos tener lo que otros tienen, pero a veces no nos damos cuenta de que cada vida tiene sus ventajas y desventajas. Eso le pasó al niño con los zapatos rotos, él deseaba tener ropa limpia y lujosa, estar bien alimentado y mostrarse feliz. Sin embargo, después de que su deseo fue concedido, entendió por qué se equivocó a querer estar en su lugar:

httpv://youtu.be/5Tl_J7QAbbk

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