Por Josefa Del Real
2 marzo, 2015

No tienes que ser madre para imaginar la emoción, la felicidad y el alivio incomparable de sus padres.

Knatalye Hope y Adeline Faith son los nombres de estas pequeñas siamesas que hoy ya pueden vivir vidas separadas e independientes. Las hermanas compartían la pared torácica, los pulmones, el diafragma, los intestinos y la pelvis, y fue necesario un equipo de 26 médicos -que trabajaron más de 20 horas seguidas- para lograr separarlas. Mira la enternecedora reacción de sus padres aquí:

httpv://youtu.be/WR5s7fS1DeU

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