Esto no puede seguir así…
El fotógrafo Robin Hammond tuvo la idea de viajar por África documentando a quienes sufrían debido a su orientación sexual. En su recorrido, quedó impactado por las condiciones de vida de esas personas y decidió hacer algo al respecto. La discriminación era muy grande, de hecho ser homosexual todavía está considerado ilegal en varios de los países países. Uno de los casos que más le impactó, fue cuando tuvo que visitar Nigeria por trabajos del National Geographic, ahí conoció a 4 jóvenes que habían sido arrestados por ser homosexuales.
Hammond no quiso quedarse con los brazos cruzados y postuló a un concurso para conseguir fondos y revelar lo que estaba ocurriendo. La ganó y además incluyó a la diseñadora Erin Joy en el proyecto, juntos recorrieron el mundo recopilando imágenes e historias que están expuestas en su página Where love is still illegal. De ahí escogimos algunos casos para mostrarlos al público. Hombres y mujeres que no pueden vivir en paz y necesitan ayuda desesperadamente:
“Aquí en Turquía es más seguro que en Irán. En Irán estaba siempre preocupado de salir de mi casa debido a mi apariencia” Arash es un hombre homosexual que huyó de Irán luego de una persecución debido a su sexualidad. En Irán, él dice, fue encarcelado por su apariencia y su militancia en el activismo LGBT.
“En el año 2009 me casé con Steven, y fue el primer matrimonio homosexual en el país. Luego fue prohibido que la gente homosexual se casara. En diciembre del 2009 fui arrestado junto a Steven. Fue una experiencia muy dolorosa porque nunca había estado en prisión”. Steven Monjeza Soko y Tiwonge Chimbalanga fueron arrestados en su hogar de Malawi y en el 2010 les cayeron cargos de sodomía y permitir la sodomía. Fueron sentenciados a la pena máxima de 14 años. De acuerdo al discurso del magistrado, la severidad de la sentencia se debe a que se tiene que proteger a la sociedad de Malawi: “Les daré una sanción aterradora para que el público esté libre de gente como ustedes, así no tratarán de imitar sus costumbres horrendas”.
“Esta es la tradición. Sé que él seguirá tratando y si no lo hace con su propia mano, alguno de los miembros de la familia lo hará… ¡Pero yo nací así y moriré así!” Jessie es un joven transgénero que vive en un refugio de Palestina en el Líbano. Debido a su identidad sexual, su hermano y su padre han tratado de asesinarlo varias veces.
“No quiero describir lo que siento cada mañana y lo mucho que me atemorizo, porque no quiero recordar esos ataques una y otra vez, es muy doloroso… Ahora que escribo esto, me aguanto las lágrimas por lo mismo, porque pareciera que esto es para siempre, creo que seguirá sucediendo. Y la rabia es muy grande. Estoy cansado de ser la víctima”. Ruslan es un hombre homosexual de Rusia y ha sufrido múltiples ataques homofóbicos.
¿Qué te parecen las historias?