Con tan solo 17 años está impulsando un interesante proyecto.
Kamrin Baker se ha hecho conocida por sus columnas en el Huffingtonpost y gracias su activo papel en las redes sociales, donde comenta y cuenta sus experiencias. Su tema principal son los desórdenes emocionales y psicológicos, ella sufre de ansiedad y se ha dedicado gran parte de su tiempo a reflexionar sobre esta condición. Su mayor anhelo es poder crear una plataforma virtual en donde la gente pueda acompañarse mutuamente y contar sus experiencias, de esta manera cree que podría conformarse una comunidad de personas que están dispuestas a ayudar a otras, especialmente a las que no tienen a nadie o necesitan de un otro que comprenda a fondo lo que es estar en esa situación.
Ella reconoce que sus conocimientos en psicología son casi nulos y que no puede garantizar una solución, pero tiene la convicción de que el compartir sus historias personales es una ayuda para los demás que están viviendo lo mismo. Su idea lleva por nombre “Campaña JIG”, y es su plan para ayudar a adolescentes, donde ellos mismos se convierten en protagonistas y gestores del sitio web. Ahí caben todos, los que sufren estrés, ansiedad, enfermedades mentales, o cualquiera que sienta que necesita estar acompañado en un momento difícil. Sus 17 años no le quitan valentía, ella sabe que está haciendo más que muchos padres y doctores por el bienestar de los pacientes e hijos, y encuentra preocupante que el mundo de los adultos (que ostentan poseer el control de estos padecimientos) no esté generando cambios significativos.
Kamrin comenta que está harta de la gente que no tiene empatía por los demás y que no es capaz de ayudar a otros cuando éstos ruegan por ayuda. También le complica su situación, porque muchas veces ella tiene que mandar mensajes de texto a las personas que están pasándolo mal, pero su ayuda sigue siendo demasiado mínima, dice que ellos se merecen algo mejor que un mensaje que diga “Respira hondo y piensa en cachorritos”. Sobre su situación personal: la escuela tampoco hizo mucho por ella, no se crearon programas para mejorar la vida de los adolescentes con problemas. Las clases de gimnasia apenas eran un alivio superficial y raramente se enseñó yoga o estrategias útiles para conciliar el sueño.
Por eso ella está tratando de hacer crecer su campaña. Quiere llegar a toda la gente del país y hacerla más feliz, de ese modo conservarán su salud, podrán dormir, serán exitosos. Su sueño es un lugar, una esquina del mundo donde haya espacio para el verdadero entendimiento, para el gozo y la paz y la armonía que es la base de toda creatividad. Esa es su meta, un lugar seguro para los adolescentes, donde puedan controlar el estrés y lleven vidas más satisfactorias, donde puedan llevar relaciones estables basadas en el entendimiento mutuo y la compasión. Kamrin ya ha comenzado con cuentas en Twitter y Tumblr, pero necesita más apoyo. Todavía es inexperta en este tema y necesita todos los aliados que pueda conseguir.
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