Un verdadero milagro médico.
Silas Johnson nació prematuro, pero eso no fue, ni por asomo, lo más llamativo de su nacimiento. Cuando nació, Silas se veía así, y es que aún se mantenía intacto dentro de su saco amniótico.
El saco amniótico es el capullo protector que mantiene al bebé seguro y alimentado. Normalmente, se abre durante el parto, liberando su líquido protector. A eso es a lo que nos referimos cuando decimos que una embarazada “rompió aguas”. Pero en 1 de cada 80.000 casos, el saco amniótico permanece intacto, lo que significa que el bebé todavía está recibiendo oxígeno y nutrición a través de la placenta y del cordón umbilical. En este caso se dice que el bebé nace en caul (con casco en latín).
La escena sin duda sorprendió al personal del hospital. “Fue un momento que nos dejó sin aliento” dijo el médico que tomó la foto, William Binder. “Realmente un momento muy conmovedor”. Agregó que los médicos retiraron rápidamente al bebé del saco para que pudiera empezar a respirar.
La madre de Silas, Chelsea Phillips, no sabía lo que estaba pasando hasta que su propia madre le mostró la sorprendente imagen.
“Fue como una película en la que se podía distinguir claramente su cabeza y su cabello”, dijo ella refiriéndose al saco amniótico. “Él estaba en posición fetal y se podía ver cómo tenía sus brazos y sus piernas dobladas hacia arriba. En realidad, fue realmente genial verlo”.
A pesar de haber dado a luz tres meses antes de tiempo, los médicos dijeron que Silas estaba bien. El bebé fue atendido en la unidad de cuidados intensivos neonatales que forma parte del Centro de Salud para niños Maxine Dunitz, y hoy, ya ha dejado el hospital y se encuentra sano y salvo en casa con su madre.
Puedes revisar la historia completa aquí:
httpv://youtu.be/oQ3WKZ7Xwqw