Un papá que acaba de regresar de Afganistán, se esconde en una caja gigante para sorprender a su hija en su tercer cumpleaños.
La niña es pura alegría – que ni siquiera está cerca de llorar – y garantiza poner una sonrisa en la cara durante el resto del día.
httpv://youtu.be/p9JHD9DIZzc