@Monotoxic
Si alguna vez has sufrido de abuso, te recomiendo leer esto.
Reut Amit trabaja en una firma de litigios comerciales y escribe sobre políticas públicas, leyes y política. En esta publicación, ella nos cuenta un poco de su historia de abuso psicológico con el fin de que otras mujeres se identifiquen con ella y salgan adelante cómo ella lo ha estado intentando.
“Fueron muchas las veces que estuve acobardada en el baño mientras escuchaba que él me decía que parara de llorar como un niño, que estaba loca o que nadie más me aguantaría. Atravesé por muchas crisis de pánico que se desencadenaron por esas agresiones maníacas y regulares. Pero, él nunca me golpeó.
Fueron varias las noches que, a pesar de que él se quedara dormido, yo no podía sentirme segura y lo único que hacía era preguntarme cómo había llegado a este punto, o cómo me había convertido en esta mujer. Me repetía que debía levantarme, pedir un taxi e irme de esa casa.
@sunflares
Pero lo único que hacía era seguir despertando con él y me decía a mí misma “Él no era así, yo hago que sea así. Necesito cambiar la manera en que me acerco para que él reaccione bien”. Yo creía que al ser más suave, evitaría ese abuso.
Durante ese tiempo encontré muchos emails y mensajes de texto de otras mujeres. Y, cuando algún miembro de su familia me preguntaba si algún lápiz labial que habían encontrado en algún lugar era mío (y, claramente no lo era), yo no decía nada y me humillaba constantemente en silencio.
Podía ver cómo él disfrutaba tener ese poder sobre mí. Siempre me prometía que iba a cambiar y se disculpaba, pero no era así. Lo disculpaba con mis amigas e incluso lo defendía. Era una situación tóxica que estaba atravesando. ¿Cómo le explicaba a alguien que yo creía que en parte también era mi culpa? Nadie entendía realmente y yo no podía dejar que pensaran que era un monstruo por lo que no le diría a nadie. Estaba completamente sola.
@Monotoxic
Empecé a creerme mis explicaciones irracionales y todo lo que él me decía. Hasta que me puse un punto de referencia. En el minuto en que él me golpeara, yo me iría. Pero, la verdad es que sabía que no lo dejaría tampoco. Porque cuando me hería, él me demostraba cuánto me amaba. Se preocupaba tanto que se volvía loco o se sentía abrumado por la ira, celos o tristeza y simplemente no podía controlarse. Al menos eso pensaba yo.
Perdí a mi confidente, la persona con la que hacía la cena, con quien veía películas en esos días lluviosos, con quien reía, la persona que más me conocía. Perdí mi compañía. ¿Cómo le explico a alguien que el abuso fue solo una parte de lo que él era? ¿Cómo me lo explico a mí?
Todavía hay días que recuerdo esos momentos tiernos, pero al igual que un niño, estoy aprendiendo a redefinir las fronteras de un comportamiento normal y me digo a mí misma que los actos de violencia nunca pueden ser actos de amor.
@Monotoxic
Por primera vez veo mi propio reflejo en otras mujeres que han surgido de las profundidades de esa oscuridad. Mujeres increíblemente valientes que nunca he conocido, pero que al compartir sus historias, me han salvado. Me abrazaron con su dolor y sin saberlo, me convencieron de que no estaba sola y que soy digna de más. No había creído esta verdad desde hace mucho tiempo.
Al saber que otras están ahí, me ha permitido disipar mi vergüenza. Yo ya había creído que estaba loca o que todo era producto de mi imaginación porque no podía conciliar el amor y el abuso. Me había permitido creer que las dos cosas existían. Pero, sus historia me han permitido entender que me puedo perdonar y que esa línea roja es muy arbitraria. Verme a mí en sus ojos me ha permitido ponerle un nombre a mi abusador. De poder decir que fui una mujer abusada y dejarlo ir.
Ahora rezo para que mis palabras viajen por las mujeres que aún miran detrás de sus abusadores y se decidan a dejarlos. Sinceramente espero que ellas tengan la fortaleza de salir adelante y terminar con este trágico episodio de sus vidas”.