El hombre que encarnó a Abelardo contó una conmovedora historia que te hará llorar

Acerca del impacto que causó en un niño enfermo…

Caroll Spinney no es el tipo de actor que muchas personas conocen por su nombre. Pero fue el rostro detrás de Abelardo de Pláza Sésamo por más de 45 años. El actor de 81 años de edad estaba respondiendo vía internet las preguntas de sus fans para promocionar su película “I am a Big Bird: The Caroll Spinney Story” (Soy Abelardo: La historia de Caroll Spinney) cuando contó esta historia memorable: 

 Un usuario le preguntó: “¿Cuál ha sido tu interacción más significativa con un niño o con alguien que creció viéndote?” A lo que Spinney contestó:

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 Ok. Aquí va una: esta es una historia muy triste, pero real. 

Recibí una carta de un fan diciéndome que su pequeño hijo de 5 años, llamado Joey, estaba muriendo de cáncer. Él estaba tan enfermo que su pequeño sabía que se estaba muriendo. El hombre me pidió si por favor podía llamarlo porque lo único que lo alegraba era ver a Abelardo en la televisión. 

Lo llamé y le dije: “Hola Joey, ¡soy yo: Abelardo!” y el chico preguntó: “¿Eres tú de verdad Abelardo?” a lo que le afirmé: “Sí, soy yo”. Conversé cerca de 10 minutos con él y me dijo: “Estoy feliz de que seas mi amigo, Abelardo”. Yo le respondí, “Será mejor que te deje ir ahora”. Joey me dijo: “Gracias por llamarme Abelardo. Tú eres mi amigo y me hiciste feliz”. 

Sus padres estaban sentados con él cuando yo lo llamé. Ese día él estaba muy enfermo, por lo que le dijeron a los padres que entraran a la habitación porque no estaban seguros de cuánto tiempo más estaría con vida. Su padre me escribió de inmediato: “Gracias. Muchísimas gracias”. Sus padres no lo habían visto sonreír desde octubre y ya era marzo. Y cuando terminó la llamada, él pequeño Joey dijo “¡Me llamó Abelardo! ¡Él es mi amigo!”. Poco después, el pequeño cerró sus ojos y falleció. 

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Me di cuenta de que puede ser muy importante lo que le digo a un niño y su padre lo ratificó cuando terminó su nota: “No habíamos visto sonreír a nuestro hijo en meses. Él dibujó una sonrisa en su rostro y falleció. Fue un regalo para nosotros. Muchas gracias”. 

Emocionante, verdad?