Por Ignacio Mardones
10 abril, 2015

Clyde Tombaugh descubrió el planetoide en 1929, comparando a simple vista fotografías del universo.

Su misión era descubrir algo en esas imágenes que pudiera ser un planeta. Él se encontraba en el observatorio de Flagstaff, Arizona, y su jefe le había encomendado esa tarea. El joven científico nunca se hubiera imaginado que sería el primero en visitar el astro que al principio vio nada más que como marcas de luz en un papel fotográfico. En 1992, al final de su larga carrera, Tombaugh recibió una llamada de la NASA en señal de respeto por su descubrimiento: querían pedirle permiso para visitar Plutón. El científico murió en 1997 y en ese momento se estaba preparando una segunda misión, por lo que se decidió enviar una urna con las cenizas de Clyde Tombaugh al espacio.

Aquí los hijos cuentan sus impresiones:

httpv://youtu.be/WzvdMKPrgbI

Y el hombre al fin podrá tocar su descubrimiento…