Me imaginé que terminaría así, pero de todas formas es triste.
No toda la gente tiene las mismas oportunidades, eso es algo que se ve todos los días; la educación que la familia puede dar a los hijos es fundamental y eso varía dependiendo del dinero y la situación social que se tiene. Con los años, ya se van perdiendo las esperanzas, la idea de lograr estudios superiores queda atrás y los trabajos demandan cada vez más tiempo. Esta historia de dos niños en situaciones muy diferentes, retrata lo sucede en casi todos los países del mundo: