Por Ignacio Mardones
28 mayo, 2015

Me imaginé que terminaría así, pero de todas formas es triste. 

No toda la gente tiene las mismas oportunidades, eso es algo que se ve todos los días; la educación que la familia puede dar a los hijos es fundamental y eso varía dependiendo del dinero y la situación social que se tiene. Con los años, ya se van perdiendo las esperanzas, la idea de lograr estudios superiores queda atrás y los trabajos demandan cada vez más tiempo. Esta historia de dos niños en situaciones muy diferentes, retrata lo sucede en casi todos los países del mundo:

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