Por Elvira Vergara
25 junio, 2015

¡Interesante reflexión!

Los villanos son parte fundamental de las películas infantiles, los hay grandes, feos, bellos, locos… Dentro del repertorio de villanos clásicos, se encuentra Jafar, Cruella De Vil, la madrastra de Blancanieves, y muchos más. Con ellos aprendimos lo que significaba el miedo y el coraje y eso nos hizo crecer.

Pero la nueva película de Pixar, “Intensa- Mente”, es diferente desde todo punto de vista. Es diferente, principalmente, porque en ella no hay villanos. La acción tiene lugar dentro de la mente de Riley, una niña de 11 años de edad, en donde lo que la asecha es su inseguridad, tristeza, miedo e ira.

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Dentro de su mente hay un  payaso, hay mangueras, globos vidriosos, un unicornio, un amigo imaginario que llora dulces y un tren del pensamiento… Pero en la mente de Riley no hay intrusos, porque nada en su mente puede ser ajeno a lo que es ella. Ella es sus miedos y tristeza.

Riley busca aprender a balancear todas las partes de sí, para poder convertirse en un adulto, y dejar atrás a su infancia donde la felicidad es la emoción dominante. Ella es una preadolescente, viviendo y entendiendo sentimientos más sofisticados y alegrías más significativas. Las cosas comienzan a ponerse extrañas.

Y si bien hay algo optimista en eso de que no haya villanos, también hay algo muy solitario respecto a Intensa-Mente: aquí no encontramos al burro de Shrek, a Abu de Aladdin o a Timón y Pumba del Rey León, alentando con el “Hakuna Matata”. Riley se encuentra sola en la lucha contra sus problemas; por supuesto que tiene a su mamá y papá que la ayudan y apoyan, pero digamos que los niños de esas edad no quieren tener a sus papás tan cerca.

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Intensa-Mente es una película que en definitiva nos enseña sobre la vida. Porque aunque no haya un villano claro ni un amigo incondicional cerca, da un vistazo a la verdadera constitución humana. La historia de una preadolescente luchando consigo misma por crecer nos enseña que muchas veces, el villano no está fuera. Esta película no les enseñará a los niños cómo ser valientes cuando vean a una bruja o a un gigante, pero sí les enseñará sobre los cambios normales que van teniendo las personas normales al crecer.

Y sí, nosotros somos nuestros propios villanos en el camino por crecer…

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