“Me gusta la idea de que Cody todavía esté presente en otras personas”.
Cuando Amy Souders perdió a Cody, su hijo adolescente, decidió que su tragedia familiar no sería en vano. Cody tenía 18 años de edad cuando su cuerpo fue encontrado sin vida en el sótano de su casa en Pennsylvania. Su muerte se debió a una sobredosis de píldoras de prescripción. Lamentablemente, los doctores dijeron que su cerebro estaba muerto y no había esperanza acerca de una recuperación. Por lo que su familia decidió respetar el deseo de Cody de ser donante de órganos.
Sus donaciones beneficiaron a más de 50 personas. Su corazón, hígado y ambos riñones proporcionaros transplantes que salvaron vidas. Sus córneas restauraron la vista, su piel ayudó a víctimas quemadas y docenas de otras de sus partes y cuerpo incluyendo los huesos, tendones, válvulas y venas sirvieron para asistir a pacientes que necesitaban ayuda.
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Para la familia de Cody, esta donación les sirvió para darle un significado a la pérdida de su hijo y les permitió empezar un momento de “sanación” por la muerte de Cody. “Me gusta la idea de que mi hijo todavía esté presente en otras personas”, comentó su hermano Justin. Después de la muerte de Cody, su familia organiza cada año una corrida y caminata de 3 kilómetros llamada “Donor Dash” para recolectar dinero y generar conciencia acerca de importancia de la donación de órganos
La donación de órganos es algo increíble porque funciona ya que se salvan personas vivas.