¿En cuál de las 3 categorías estás tú?
Este es un dato científico que, además de ser divertido, puede hacerte ver una característica escondida en ti o reafirmar algo que ya sabías de tu carácter. Los estudios dicen que uno de los test de personalidad más acertados tiene que ver con la longitud de los dedos y la comparación entre ellos. Más precisamente, el dedo anular es el que indica esto, ya que su largo depende de la cantidad de testosterona a la que la persona fue expuesta en el útero. Las siguientes ilustraciones explican y categorizan a las personas según esa norma:
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La mano A está indicando que el dedo anular es más largo que el dedo índice. Si tienes esta característica quiere decir, según el estudio, que eres una persona “encantadora”. En este caso hubo una mayor exposición a la testosterona y eso tuvo sus efectos en la personalidad. Quienes calzan con esta mano suelen ser personas coquetas, seguras de sí mismas, que se atreven a tomar riesgos y no tienen miedo de nada. A veces pueden ser un poco agresivos. Su profesión ideal sería militar, vendedor o director ejecutivo.
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La mano B indica que el dedo anular es más corto que el índice. Si esta es tu mano quiere decir que eres un “líder”. Tienes la fuerza para impulsar tus proyectos, respondes rápido y siempre tienes hambre de más, te aburre la monotonía y en esos momentos buscas entusiasmar a tus amigos, los cuales, convencidos por tu desplante, te seguirán a donde sea, eres una fuente de inspiración, tienes la seguridad para guiar a otros y ellos ven en ti una persona a la que pueden pedirle respuestas. Tu trabajo perfecto sería ser político, escritor de libros de auto-ayuda o profesor.
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En esta ilustración los dedos índice y anular tienen exactamente la misma medida. Si tu mano es como ésta, quiere decir que eres un “buen comunicador”. Puede ser frecuente que te ocurra que las personas te busquen para contarte sus secretos, o que te hayan dicho más de una vez que eres comprensivo y empático. También este tipo de gente calza con ser de personalidades balanceadas, saben escuchar y hablan lo justo. Los demás se sienten cómodos al estar en la presencia de un “buen comunicador”, ya que suelen ser pacíficos, amistosos y solidarios. La profesión ideal para ellos tiene que ver con lo social, por ejemplo un terapeuta, enfermera o bombero.
La testosterona ha hablado.