Por Teresa Hechem
20 mayo, 2015
@xxx625511

El problema con el exceso de estructuración, es que desalienta la exploración.

David Kohn, escritor del New York Times, escribió este artículo sobre cómo ha cambiado la educación de los niños con el paso del tiempo y propone volver a la enseñanza de antes, donde se aprendía a través del juego.

Hace 20 años, los niños entre 5 y 7 años gastaban su tiempo jugando: armaban bloques, dibujaban o creaban palabras imaginarias en sus cabezas o con sus compañeros. Pero, lamentablemente, estas actividades están siendo abandonadas por los profesores y están comenzando a enseñarles una educación más formal desde más pequeños. El problema es que cuando los chicos no tienen ese comienzo más lúdico, corren el riesgo de perder creatividad.

Suena obvia la idea de que mientras antes se empieza, más se aprende. Pero distintos científicos han comprobado que a la larga, esto no sería bueno porque podría causar el efecto contrario: estrés, problemas emocionales o incluso, pérdida del incentivo por aprender. Estuve conversando con la profesora Nancy Catlsson-Paige y ella me comentó la existencia de un “profundo desconocimiento de cómo aprenden los niños”. Nancy ve constantemente cómo actúan los niños y muchas veces solo se les pide que se sienten y copien cartas. No saben lo que están haciendo y ver este comportamiento es desolador.

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@prinsessftoom

¿Son esos los niños que queremos formar? ¿Personas que reciban información de manera pasiva y sin un pensamiento crítico? Es hora de hacer un cambio didáctico, en un intento por resolver estos problemas.

Algunos estudios indican que este aprendizaje adelantado no muestra muchos beneficios. Incluso algunos demostraron que quienes empezaban a los 5 años con un aprendizaje muy formal, presentaban un menor nivel de comprensión de lectura que quienes comenzaban más tarde. Por otra parte, las investigaciones acerca de quienes empezaron a aprender a través del juego, demostraron tener mejores niveles en lenguaje y matemáticas.

A pesar de que muchos educadores perciben el juego como un comportamiento inmaduro que no beneficia en nada, deben saber que es esencial para el desarrollo. Tienen que aprender a perseverar, a controlar la atención y emociones. Y los niños son capaces de aprender estas cosas cuando juegan.

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@m3l_h

Jay Giedd, neurocientífico de la Universidad de California, San Diego, ha estudiado durante toda su carrera cómo se desarrolla el cerebro humano desde el nacimiento hasta la adolescencia y él dice que los niños menores de 7 u 8 años son más propensos a aprender a través de una exploración activa. “El problema con el exceso de estructuración es que desalienta la exploración”, comentó el profesional.

Por ejemplo, leer puede resultar difícil porque nuestro cerebro no tiene intrínsecamente asimilado ese proceso. A diferencia de caminar, por ejemplo, que resulta algo natural, la lectura se puede fomentar, pero no forzar. Y eso es lo que están haciendo las escuelas. Están forzando a que los niños comiencen a aprender, de una manera demasiado estructurada para su edad, saltándose esa etapa fundamental en la que se aprende jugando.

Espero que quienes establezcan las políticas educativas empiecen a tomar nota sobre estos estudios para poner en práctica lo que realmente le hace bien a nuestros niños…

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