¡Bajó más de 50 kilos!
Él hizo lo que la mayoría hace en su juventud, sólo que Stephen Odom fue creciendo pero sus hábitos se mantuvieron. Las drogas, el alcohol, la comida chatarra… Todo eso Stephen lo consumía en grandes cantidades. Fue así como llegó a un estado de obesidad que lo dejó preocupado, pues pesaba casi 140 kilos. Su realidad era deprimente: había desarrollado un fuerte alcoholismo y una adicción a las pastillas y a inhalar óxido nitroso.
Stephen Odom
Vivía deprimido, su rutina de whisky y medicamentos no lo ayudaba para nada; tenía pensamientos suicidas, simplemente estaba viviendo un infierno. Odom iba a un terapeuta, pero éste ya se estaba dando por vencido con él, ya que no veía cambios en su actitud. El joven se dio cuenta de que estaba tocando fondo cuando su consejero le dijo que se internara en rehabilitación o, de otro modo, dejaría de verlo.
Stephen Odom
En rehabilitación finalmente pudo enderezar su camino: ya no consumió más drogas ni alcohol, de hecho se sometió a una rutina de ejercicios para bajar los muchos kilos que le sobraban y comenzó a practicar con más dedicación las que eran sus pasiones: la fotografía y la producción musical. Esta área comenzó a florecer y pudo sentirse satisfecho con los logros que iba consiguiendo a poco. Ya tenía un dominio muy grande de sí mismo, cada vez bajaba más de peso y lo hizo sin píldoras ni consultas médicas, tan solo se inscribió en un gimnasio y se dedicó a practicar elíptica…
Lo que, como pueden ver, le dio excelentes resultados:
Mitch Frink
Stephen partió dejando las bebidas gaseosas, la comida chatarra y los caramelos. Él no sabía prácticamente nada sobre alimentación, pero por sentido común supo que eso le estaba haciendo mal. También comenzó a cocinar su propia comida, fijándose en qué ingredientes le sentaban mejor y cuáles no. Todo esto fue ayudándole y aportándole energía para seguir con el tratamiento de rehabilitación.
Mitch Frink
Hoy Stephen es un hombre que tiene el control de sí mismo, ya han pasado 4 años sin consumir drogas y siente que desde que dio ese primer paso sólo han habido cosas buenas en su vida.
Stephen Odom
Está completamente dedicado a la producción musical y a la fotografía. “Hoy día, la vida es buena”, dice. Y en realidad, se ve muy feliz…