¡Parece un truco de magia!
Quizás pocas personas dejarían que pintaran su coche de lujo, pero hubo alguien que sí se arriesgó a hacer la prueba. El artista René Turrek trabajó con pinturas especiales que sólo se revelan cuando alguien vierte agua calienta sobre ellas. El azul de este BMW cambia a un verde fosforescente estilo Hulk en cuestión de segundos. Sorprende ver que, casi al instante, el color de la superficie vuelve a ser el de antes:
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