Ellas viven una realidad muy diferente a la de otras niñas.
Muchas de ellas, por temas culturales o religiosos, no pueden hacer algo tan simple como lo es andar en bicicleta. Afortunadamente, existe una ONG llamada Skateistan que se ha preocupado de este tema y ha impulsado una idea bastante ingeniosa y radical: darles skates a las niñas para que ellas puedan pasarlo bien, además de hacer ejercicio y sentirse empoderadas. La fotógrafa Jessica Fulford-Dobson se sintió tocada por esta situación y decidió registrar en imágenes a estas niñas que aprenden a patinar en una de las sucursales que la ONG tiene en Kabul:
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Iniciativas como esta, hacen que estas niñas se sientan apoyadas y puedan tener un tiempo de sana diversión.
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Aquí ellas tienen todo lo necesario para practicar el deporte y sentir que progresan.
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Porque todo niño debería poder tener la libertad de jugar libremente.
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Es importante que se relacionen con sus pares y que aprendan que hay gente en todo el mundo que tiene una mano cariñosa para atenderlas.
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Ahora ellas adoran patinar y no cambiarían su nuevo pasatiempo por nada del mundo; es lo que las hace soportar el estrés y la dura realidad con la que a veces tienen que enfrentarse.
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Esperemos que este proyecto pueda crecer y alcanzar a más niñas…
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