Por Ignacio Mardones
16 junio, 2015

Supongo que ahora ya no piensa lo mismo.

Sucedió que en Corea del Sur, el bioquímico ganador del premio Nobel de Medicina del 2001 dijo una serie de comentarios sexistas durante una conferencia. Tim Hunt dijo que las científicas mujeres deberían tener un laboratorio separado al de los hombres; su teoría es que ellas se enamorarán de los hombres que trabajen con ellas y luego ellos también caerán rendidos, y que, en el momento en que éstas sean criticadas, se frustrarán y se pondrán a llorar. Sus palabras no fueron bien recibidas ahí ni en el resto del mundo, provocando la reacción inmediata del género femenino, que no tardó en responder a esto mediante Twitter y las redes sociales.

Esto hizo que Hunt tuviera que renunciar al cargo que tenía en una universidad de Londres. Sin embargo, la gente seguirá recordando sus palabras y también quedarán registradas las respuestas que dio el mundo científico femenino:

“Nada como un tubo de ensayo lleno de excremento de chita para distraerte siendo sexy”

“Estoy realmente contenta de que Curie se haya tomado un descanso en sus rutinas de llanto para descubrir el radio y el polonio”

“Es realmente difícil trabajar en este laboratorio porque estoy distrayendo mucho a los científicos hombres”

“Lágrimas, risas, romance, flotaciones sucias: la arqueología me hace vera tan sexy ahora mismo”

“Sigo siendo sexy después de un día completo de cultura celular. Ni siquiera lloré esta vez, ¡estoy orgullosa!”

“Enterrar este experimento gigante en la nieve probablemente ha sido lo más sexy de toda mi carrera”

“Me propusieron 3 veces matrimonio luego de esta conferencia. Lástima que lloré demasiado como para aceptar”

“Supongo que no podré salvar la vida de mis compañeros arqueólogos. Soy demasiado sexy para el equipo”

La verdad es que algunas son bastante ingeniosas… ¿Cómo habrías respondido tú?

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