Por Ignacio Mardones
23 julio, 2015

Me ayudó a comprender mejor esta condición…

Sentirse ansioso de repente es muy distinto a padecer trastornos de ansiedad. La mayoría de la gente ha experimentado esa sensación, pero eso no significa que estén enfermos. Tener ansiedad no depende de las circunstancias, es algo con lo que se vive día a día y hay que trabajar duro para poder lograr un equilibrio. Es difícil explicar en qué consiste este trastorno, porque una de sus características es el de volver, por momentos, irracional al que lo padece. Pero aquí hay 4 puntos que pueden informar a las personas que quieran saber más al respecto:

1. Los efectos de la ansiedad también se sienten físicamente

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Quizás muchos piensen que la ansiedad se concentra sólo en el cerebro, pero lo cierto es que este trastorno también se manifiesta físicamente. Los ataques de pánico, el insomnio que algunas personas con ansiedad padecen, tienen sus repercusiones en el cuerpo, y muy notorias. Por ello, las personas tienen que medicarse, así tratan los efectos de la ansiedad, disminuyen el ritmo cardiaco, los dolores de cabeza y otras dolencias o incomodidades provocadas.


2. Involucra el género de la persona

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Las mujeres son mucho más propensas a sufrir trastornos sicológicos que los hombres, alrededor de un 20 o 40% más. Los científicos calculan que un 23% de la población femenina sufre de algún tipo de trastorno de ansiedad, en comparación a un 14% de los hombres. Nadie sabe bien cuál es la causa de esto, pero se piensa que la razón está en que las personas son tratadas de forma diferente dependiendo de su género. El machismo puede influir de gran manera, como también otras falencias sociales que siguen estando latentes. También el factor hormonal tiene una repercusión psicológica, ya que por este motivo categoriza al género femenino como un “bando” mucho más sentimental y luego es difícil desprenderse de ese estereotipo.


3. Hay muchos tipos de ansiedad

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Hay muchos tipos de ansiedad, a veces pueden venir ataques de pánico, preocupaciones intensas, miedo a perder lo que se tiene, fobias, etc. Lo importante es saber que se pueden hacer progresos para revertir estos síntomas, todo depende de la red de apoyo que tenga esa persona y de lo capaz que sea para reflexionar sobre sí mismo y encontrar las soluciones. Para algunas personas el solo hecho de salir de la casa puede ser todo un reto, les cuesta enfrentarse a tantos “obstáculos”, sienten que no tienen el control de la situación y simplemente se desesperan. Las situaciones sociales también son difíciles, por lo que algunos tratan de evitarlas.


4. La ansiedad se puede controlar, pero no curar

Uno no elige vivir con ansiedad, la ansiedad lo elige a uno. A pesar de eso, hay formas que permiten manejarla para que no domine cada aspecto de la vida. Con la correcta terapia y medicamentos, algunas personas han logrado sobreponerse a los efectos negativos y lograr un equilibrio que les permite hacer su vida de forma normal. Una de las técnicas más útiles y conocidas es el de la respiración; consiste en hacer ejercicios y controlar el ritmo de la exhalación e inspiración para llegar a un estado de calma que puede ser duradero. A veces, las personas con ansiedad actúan de manera impredecible, esto es porque necesitan liberarse de un sentimiento específico, pero que a la larga no les funciona para conseguir el balance ideal. Ante conductas extrañas, la sociedad reacciona de mala manera, sobre todo por ignorancia. Este desconocimiento general sobre los trastornos de ansiedad es algo que debemos superar todos juntos.

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