Artículo original escrito por Amanda L. Chan para Huffington Post
¿Sientes que piensas más las cosas que las demás personas? ¿Te descubres preocupándote de lo que sientes los demás? ¿Prefieres ambientes más callados y menos caóticos?
Si lo anterior es verdad, entonces puede que seas altamente sensible. Esta característica – que fue investigada primero por Elaine N. Aron, Ph.D., a principios de 1990 – es relativamente común, con 1 de cada 5 personas teniéndola. Aron, quien ha hecho y escrito múltiples estudios y libros en alta sensibilidad, incluyendo The Highly Sensitive Person, también desarrolló una auto-prueba (que puedes hacer aquí) para ayudarte a determinar si eres altamente sensible.
Mientras que el interés reciente en introversión – dirigido principalmente por publicaciones de alto calibre en el tema, incluyendo el libro “Quiet” de Susan Cain – ha traído más consciencia al tema de características de personalidad que valoran menos estímulo y más sensibilidad, Aron nota que la gente altamente sensible aún tiende a ser considerara una “minoría.”
Pero “minoría” no significa malo – de hecho, ser altamente sensible trae consigo una multiplicidad de características positivas. Sigue leyendo para ver algunas de las cosas en común que tiene la gente altamente sensible.
1. Sienten más profundamente.
Una de las características distintivas de la gente altamente sensible es la habilidad de sentir más profundamente que sus pares menos sensibles. “Les gusta procesar las cosas en un nivel más profundo,” le dice Ted Zeff, Ph.D., autor de “The Highly Sensitive Person’s Survival Guide” (La guía de supervivencia para la persona altamente sensible) y otros libros en el tema, a HuffPost. “Son muy intuitivos, y se van muy adentro para tratar de entender las cosas.”
2. Son más reactivos emocionalmente.
La gente que es altamente sensible va a reaccionar más en una situación. Por ejemplo, van a sentir mucha más empatía y mucha más preocupación por los problemas de sus amigos, de acuerdo con Aron. También pueden preocuparse más por cómo otras personas puedan estar reaccionando frente a un evento negativo.
3. Probablemente están más acostumbrados a escuchar “no te tomes las cosas tan personalmente” y “¿por qué eres tan sensible?”
Dependiendo de la cultura, la sensibilidad puede percibirse como una ventaja o como una característica negativa, explica Zeff. En algunas de sus propias investigaciones, Zeff dice que los hombres altamente sensibles que ha entrevistado de otros países – como Tailandía y la India – rara vez o casi nunca eran acosados, mientras que los hombres altamente sensibles que ha entrevistado en Norte América frecuentemente o casi siempre sí lo eran. “Así que mucho del tema tiene que ver con la cultura – la misma persona a la que le dicen ‘oh, eres demasiado sensible,’ en ciertas culturas, es considerada como alguien valioso,” dice.
4. Prefieren ejercitarse por su cuenta.
La gente altamente sensible puede tener la tendencia de evitar deportes de equipo, donde existe una sensación de que todos están prestando atención a todos tus movimientos, dice Zeff. En su estudio, la mayoría de la gente altamente sensible que ha entrevistado prefiere deportes individuales, como andas en bicicleta, correr y escalar, a los deportes de grupo. Sin embargo, esta no es una norma general – hay algunas personas altamente sensibles que han tenido padres que les otorgaron un ambiente de entendimiento y apoyo que les haría más fácil participar en deportes colectivos, dice Zeff.
5. Les toma más tiempo tomar decisiones.
La gente altamente sensible está más al tanto del detalle y las sutilezas que podrían hacer una decisión más difícil de tomar, dice Aron. Incluso si no hay decisión “mala” o “buena” – por ejemplo, es imposible escoger un sabor de helado “incorrecto” – la gente altamente sensible igual va a demorarse más en elegir porque están considerado todos los resultados posibles. El consejo de Aron para lidiar con esto: “tómate todo el tiempo que necesites para decidir que te permita la situación, y pide más tiempo si lo necesitas y puedes tomártelo,” escribe en una carta reciente sobre los problemas con su Zona de Seguridad. “Durante este tiempo, trata de pretender por un minuto, hora, día o incluso semana que te has decidido de cierta manera. ¿Cómo te hace sentir eso? Con frecuencia, del otro lado de una decisión las cosas se ven muy distintas, y esto te da la oportunidad de imaginarte más vívidamente que ya lo has logrado.” Una excepción: una vez que una persona altamente sensible ha llegado a la conclusión de cuál es la decisión correcta y cuál es la incorrecta en una cierta situación, le va a tomar menos tiempo tomar la decisión “correcta” una vez más en el futuro.
6. Y siguiendo esa misma línea, se molestan más si tomar una decisión “mala” o “incorrecta.”
¿Conoces esa sensación incómoda que te da después de que te das cuenta que has tomado una mala decisión? Para la gente altamente sensible, “esa sensación se amplifica porque la reactividad emocional es más alta,” explica Aron.
7. Se enfocan demasiado en los detalles.
La gente altamente sensible es la primera en notar los detalles en una habitación, los nuevos zapatos que estás usando, o un cambio en el clima.
8. No toda la gente altamente sensible es introvertida.
De hecho, cerca del 30 por ciento de la gente altamente sensible es extrovertida, de acuerdo con Aron. Explica que muchas veces la gente altamente sensible que también es extrovertida crece en una comunidad muy unida – ya sea una calle privada, un pueblo pequeño, o con un padre o madre que trabajaba como ministro o rabino – y así interactúan con mucha gente.
9. Trabajan bien en ambientes de equipo.
Son trabajadores y miembros de equipo muy valiosos, ya que son pensadores tan profundos, dice Aron. Sin embargo, puede que sean aptos para posiciones en equipos donde no tienen que tomar la decisión final. Por ejemplo, si una persona altamente sensible fuera parte de un equipo médico, él o ella sería valioso a la hora de analizar los pros y contras de que un paciente pase por cirugía, mientras que alguien más tomaría la decisión de si ese paciente efectivamente recibiría la cirugía.
10. Son más propensos a tener ansiedad o depresión (pero solo si han tenido muchas malas experiencias en el pasado).
“Si has tenido un gran número de malas experiencias, especialmente temprano en la vida, que no te hacen sentir seguro en el mundo, o no te sientes seguro en casa… o en la escuela, tu sistema nervioso está puesto en ‘ansioso,’” dice Aron. Pero eso no implica que todas las personas altamente sensibles van a sufrir de ansiedad – y de hecho, tener un ambiente de apoyo puede ayudar mucho para protegerte de esto. Los padres de los niños altamente sensibles, en particular, necesitan “darse cuenta de que estos niños son realmente grandiosos, pero necesitan manejarlos de la manera correcta,” dice Aron. “No puedes sobre-protegerlos, pero tampoco puedes sub-protegerlos. Tienes que valorarlos de la manera apropiada cuando son jóvenes para que puedan sentir confianza y pueden estar bien.”
11. Ese sonido molesto es probablemente más molesto para una persona altamente sensible.
Aunque es difícil decir que alguien sea fan de esos sonidos molestos, la gente altamente sensible son mucho más, bueno, sensibles al caos y al ruido. Eso es porque tienden a ser más sobre-estimulados y agobiados por mucha actividad, dice Aron.
12. Las películas violentas son las peores.
Porque la gente altamente sensible siente tanta empatía y es mucho más fácil de estimular, las películas con temas de violencia o de horror puede que no sean sus favoritas, dice Aron.
13. Lloran con más facilidad.
Por eso es importante para la gente altamente sensible ponerse en situaciones donde no vayan a sentir vergüenza o que están “mal” por llorar con facilidad, dice Zeff. Si sus amigos y familia se dan cuenta de que simplemente así es como son – que lloran con facilidad – y apoyan esa forma de expresión, entonces “llorar con facilidad” no va a ser visto como algo vergonzoso.
14. Tienen mejores modales que el promedio.
La gente altamente sensible también es gente altamente escrupulosa, dice Aron. Por esto, es más probable que sean considerados y muestren buenos modales – y son más propensos a notar cuando alguien más no está siendo cortés. Por ejemplo, la gente altamente sensible va a estar más consciente de dónde está su carro en el supermercado – no porque tengan miedo de que alguien vaya a robarles de él, pero porque no quieren ser descorteses y que su carro bloquee el camino de otra persona.
15. Los efectos de las críticas son especialmente amplificados para la gente altamente sensible.
La gente altamente sensible tiene reacciones a la crítica más intensas que la gente menos sensible. Como resultado, pueden emplear ciertas tácticas para evitar dicha crítica, incluyendo ser sobre complacientes (para que no haya nada más para criticar), criticarse a ellos mismos primero, y evitar la fuente de la crítica desde un principio, de acuerdo con Aron. “La gente puede decir algo negativo, [y] una persona no-altamente- sensible puede responder con ‘no importa,’ y no les afecta,” dice Zeff. “Pero una persona altamente sensible lo va a sentir mucho más profundamente.”
16. Cubículos = buenos. Oficinas abiertas = malo.
Al igual que como la gente altamente sensible prefiere ejercitarse sola, también pueden preferir ambientes de trabajo cerrados. Zeff dice que mucha gente altamente sensible disfruta trabajar desde casa o ser su propio jefe porque pueden controlar el estímulo de sus ambientes de trabajo. Para aquellos sin el lujo de crear sus propios horarios (y ambientes) de trabajo, Zeff nota que la gente altamente sensible puede preferir trabajar en un cubículo – donde hay más privacidad y menos ruido – que en una oficina abierta.