Por Bárbara Samaniego
21 febrero, 2015

Para ganar la carrera de tu vida.

safe_image-10.33.15Reuters/Robert Pratta

Artículo original del bloguero y escritor Mark Manson. 

Hace algunas semanas cumplí 30 y decidí escribir sobre aquello que he aprendido en mis 20 y tantos. Revisando material, me sorprendió lo repetitivas que sonaban algunas recomendaciones de vida. No creo que sea falta de originalidad: al parecer, ciertos consejos realmente son fundamentales para esta época de la vida.

Aquí van algunos, acompañados de frases redactadas por algunos de mis lectores más leales:

1. Empieza a ahorrar dinero para tu jubilación ahora, no después:

“Comprender cosas aburridas como los seguros, hipotecas e impuestos es muy importante, ya que de ahora en adelante todas esas cosas forman parte de tus responsabilidades. Edúcate a ti mismo” (Kash, 41 años).

En serio, tu mayor prioridad debe ser pagar todas tus deudas lo antes posible. Y mantener un “fondo de emergencia”. Hay toneladas de historias terribles acerca de cómo las personas se han arruinado económicamente por cuestiones de salud, demandas, divorcios, malos negocios, etc. Así que ya sabes: ahorra un poco de cada cheque que recibas, no gastes frívolamente y no inviertas en nada que no entiendas. Definitivamente, no confíes en los corredores de bolsa.


2. Empieza a preocuparte por tu salud ahora, no más tarde:

“Tu salud se irá más rápido de lo que piensas, y será muy difícil darse cuenta, sobre todo porque no quieres que suceda” (Tom, de 55 años).

Todos sabemos cómo cuidar nuestra salud. Todos sabemos que deberíamos comer mejor, dormir mejor y hacer más ejercicio. Pero al igual que con los ahorros, solemos atrasar el momento. El consejo de mis lectores de más edad era fuerte y unánime: tienes que volverte saludable y mantenerte saludable ¡Ahora! La forma de tratar a tu cuerpo tiene un efecto acumulativo; no es que tu cuerpo se rompa de un día para otro, sino que se va desgastando con el tiempo. Todavía eres joven y enérgico: esta es la década adecuada para retardar lo más posible la atrofia muscular.


3. No pases tiempo con personas que no te tratan bien:

“Aprende a decirle no a las personas, a las actividades y a las obligaciones que no aportan nada bueno a tu vida” (Hayley, 37 años).

“No toleres a las personas que no te tratan bien. Punto. No los toleres por razones financieras. No los toleres por razones emocionales. ¡No los toleres por el amor de Dios!” (Jane, 52 años).

“No te conformes con amigos mediocres, trabajos mediocres, amores mediocres, relaciones mediocres ni mucho menos con una vida mediocre” (Sean, 43 años).

A nuestros 30, ya hemos aprendido que las buenas relaciones son difíciles de encontrar, que todavía hay mucha gente por conocer y amigos por formar, y que no hay motivos para perder el tiempo con gente que no nos ayuda en nuestro camino de vida. Normalmente, tenemos problemas con los límites porque no queremos herir los sentimientos de otra persona, pero en realidad, el egoísmo y el interés propio son dos cosas diferentes. A veces tienes que ser cruel para ser amable.


4. Sé bueno con las personas que te importan:

“Tienes que estar ahí para tus amigos. Tú importas, y tu presencia les importa” (Jessica, 40 años).

Mientras aplicamos límites más estrictos sobre a quién dejamos entrar en nuestras vidas, también debemos preocuparnos de cultivar aquellas relaciones que decidimos mantener cerca. El tiempo es algo que no se puede recuperar. Entre los 30 y los 40 suceden un montón de cosas que nunca te habrías imaginado. Los padres mueren, los esposos mueren, los bebés siguen naciendo, los amigos se divorcian, las parejas se engañan… Y no es por ser pesimistas, es que la vida es así. Así que, si decidiste conservarlos, cuídalos.


5. No puedes tener todo al mismo tiempo, enfócate en hacer algunas cosas, pero hacerlas muy bien:

“En una palabra: enfoque. Simplemente puedes lograr muchas más cosas en la vida si te concentras sólo en una cosa a la vez y lo haces muy bien. Concéntrate más”(Ericson, 49 años).

En nuestros 20 tenemos un montón de sueños. Creemos que tenemos todo el tiempo del mundo. Me acuerdo que hace un par de años pensaba que mi página web sería la primera carrera de muchas. No sabía que me iba a tomar la mayor parte de una década conseguir ser competente en esto. Y ahora que soy competente y amo lo que hago, ¿por qué habría de cambiar de trabajo?  Se necesitan años para averiguar en qué somos buenos realmente y qué nos gusta hacer. Así que, cuando lo encuentres, explótalo. Lo que nos lleva al siguiente punto…


6. No temas correr riesgos, todavía puedes cambiar:

“Menos miedo. Menos miedo. Menos miedo. Estoy a punto de cumplir 50, y apenas estoy aprendiendo esa lección. El miedo era una fuerza tan perjudicial que dirigía mi vida a los 30. Destrozó mi matrimonio, mi carrera, mi auto-imagen, de una manera ferozmente negativa. Yo era culpable de: suponer conversaciones que otros podrían estar teniendo sobre mí. Pensar que podría fallar. Preguntarme cuáles podrían ser los resultados o las consecuencias. Si pudiera hacer las cosas de nuevo, sin duda me arriesgaría más” (Aida, 49 años).

La sociedad nos dice que para los 30 debemos tener todo resuelto: nuestra profesión, nuestra relación amorosa, nuestra situación financiera y así sucesivamente. Pero esto no es verdad. No dejemos que estas expectativas de “ser adulto” nos impidan tomar algunos riesgos importantes y empezar de nuevo. Alguien en mi página de Facebook escribió: Todos los adultos están improvisando.


7. Tienes que seguir creciendo y desarrollándote como persona:

“Tienes dos bienes que nunca podrás recuperar una vez los hayas perdido: tu cuerpo y tu mente. La mayoría de las personas dejan de crecer espiritualmente (y voluntariamente) a sus 20 años. A los 30, están demasiado ocupados para preocuparse por mejorar. Pero si eres uno de los pocos que sigue educándose, evolucionando en su forma de pensar y cuidando su salud mental y física, estarás muy por encima del resto cuando llegues a los 40″ (Stan, 48 años).

Si todavía puedes cambiar a los 30, entonces hay que seguir trabajando para mejorar y crecer. Muchos lectores se refirieron a la opción de volver a la universidad y obtener sus títulos a los 30 años como una de las cosas más útiles que podrían haber hecho. Otros hablaron de tomar seminarios o cursos para obtener una ventaja en conocimiento. Otros empezaron sus primeros negocios o se mudaron a nuevos países. Otros empezaron a ir a terapia, o a meditación. Como Warren Buffett dijo una vez, la mayor inversión que una persona joven puede hacer es en su propia educación, en su propia mente. Porque el dinero va y viene. Las relaciones van y vienen. Pero lo que se aprende una vez, se queda contigo para siempre.


8. Nadie sabe lo qué está haciendo, acostúmbrate:

“No puedes anticipar los próximos 5 años. Las cosas no se van a dar tal como tú esperas. Así que detente. Deja de pensar que puedes planear todo por adelantado, deja de obsesionarte por lo que está sucediendo en este momento, porque de todos modos va a cambiar. Afortunadamente, como esto es cierto, puedes tomar todas las oportunidades que quieras y no pierdes nada; no se puede perder lo que nunca tuviste” (Thomas, 56 años).

“A pesar de que te hayas sentido invencible durante la última década, realmente no sabes lo que va a pasar y nadie lo sabe. Si bien esto es un poco molesto para aquellos que se aferran a las cosas permanentes o seguras, también es verdaderamente liberador: las cosas siempre están cambiando. Y por lo mismo, puede que hayan momentos realmente tristes. Pero el dolor forma parte de la vida de todo el mundo y es la consecuencia de un corazón abierto y apasionado. Honra eso. La vida es un paseo brillante y hermoso que se pone cada vez mejor” (Prue, 38 años).


9. Pasa más tiempo con tu familia, vale la pena:

Casi todo el mundo estuvo de acuerdo en que esta es la edad para superar problemas con los padres y buscar una manera de hacer que las cosas funcionen:

“Eres demasiado viejo para culpar a tus padres por tus errores. A los 20 podías salirte con la tuya, te ibas de la casa y ya. A los 30, ya eres un adulto. En serio, olvídalo, y sigue adelante” (Rich, 44 años).

La familia es el tema más relevante para esta década, porque aparece una nueva arista al panorama: la posibilidad de crear tu propia familia:

“La gente te dirá: No tienes tiempo. No tienes dinero. Necesitas perfeccionar tu carrera. Ellos van a acabar con la vida que conoces. Mejor cállense… Los niños son geniales. Te hacen ser mejor en todos los sentidos. Te empujan hasta el límite. Te hacen feliz. No deberías aplazar o postergar el tener hijos. Si tienes 30 años, ahora es el momento de ser realistas acerca del tema. Nunca te arrepentirás” (Kevin, 38 años).

Y aunque muchos pensaban que, efectivamente, el matrimonio y los hijos eran fundamentales para una vida plena, otros dieron vuelta la moneda:

“No te sientas presionado para casarte o tener hijos si no quieres. Lo que hace a una persona feliz no necesariamente hace feliz a todos los demás. He optado por permanecer soltera y sin hijos y sigo viviendo una vida feliz y plena. Haz lo que consideres adecuado para ti” (Susan, 40 años).


10. Sé bueno contigo mismo, respétate:

Respetarte y tratarte bien te ayudará a aceptar las cosas con tranquilidad. Si te aceptas como eres, probablemente no tendrás problema a la hora de aceptar las innumerables vueltas de la vida. Lo que me lleva al último testimonio (mi favorito):

“Hace ya un buen tiempo mi padre me dijo: disfruta tus 40, porque a los 20 años crees que sabes lo que está pasando, a los 30 años te das cuenta que probablemente no, y a los 40 años puedes relajarte y simplemente aceptar las cosas como son. Tengo 58 y tenía razón” (Mark, 58 años).