Tuve la suerte de ir de viaje al Sudeste Asiático. La verdad es que subí unos 5 kilos de todo lo que probé y volví a probar, ya que todos los platos tenían algo único que me fascinaba. Sin embargo, en un día en que me sentía particularmente mal, tras haber pasado días en la selva comiendo cosas extrañas, este plato me salvó la vida. La primera cucharada que me llevé a la boca fue con un poco de recelo, por la probabilidad de sentirme aún peor. Sin embargo, fue como un milagro. Estaba delicioso y me hizo volver a tener todas las energías para un nuevo día lleno de sorpresas y entretención.
Ingredientes:
1 cucharada de aceite de oliva
1 chalote, picado
2 tazas de setas variadas, rebanadas
1 cucharada (o más) de salsa de soya
2 dientes de ajo, picados
½ cucharadita de especias chinas de 5 tipos
Cerca de 2 cucharadas de mirin
1 taza de granos de trigo cocidos
1 taza de tofu horneado, picado (opcional)
¼ taza de cebolletas, un puñado de verdes pequeños o hierbas frescas a tu elección
Preparación:
Calienta una sartén sobre fuego medio-alto. Añade aceite. Una vez que el aceite esté caliente, coloca el chalote picado y deja que se cocine por 1 minuto hasta que esté ligeramente suave. Añade las setas y revuelve. Luego, añade una pizca de salsa de soya… dale una buena sacudida a la sartén y deja que las setas se cocinen hasta que hayan comenzado a volverse suaves, revolviendo ocasionalmente, durante unos 5 a 8 minutos.
Añade el ajo y las especias chinas, y revuelve. Agrega el mirin para despegar cualquier pedazo que esté adherido al fondo de la sartén. Reduce la llama. Las setas deberían estar listas y suaves ahora. Si no lo están, deja que continúen cocinándose hasta que lo estén. Vierte los granos de trigo, un rocío de miel, tofu y revuelve para combinar.
Retira la sartén del calor e incorpora las cebolletas, verdes pequeños o las hierbas frescas que estés usando. Prueba y ajusta la sazón, añadiendo un poco más de salsa de soya si es necesario.
Todas las fotografías pertenecen a Love and lemons