Por Catalina Vásquez
18 mayo, 2015

Este ingenioso recipiente me dio un hambre voraz.

A pesar de que mi madre me corrigió cientos de veces durante la hora del té por untar las galletas en la leche, la verdad es que no puedo terminar con esa “mala” costumbre. Las galletas, crocantes de origen, pero un poco ablandadas debido al contacto con el líquido blanco, los chips de chocolate, sorprendiendo a cada mordisco, y la mejor parte a mi parecer… el fondo de la taza con los trocitos que se escaparon durante el anterior proceso, esperando para terminar en tu boca y dejarte absolutamente feliz. ¡Ufff, cómo me gustan las galletas untadas en leche! Y al parecer, cómo le gustan a muchos otros al rededor del mundo a un nivel obsesivo. Ya que este peculiar invento, asombra de tanto ingenio, y por supuesto, dejaría a cualquiera ansioso por intentarlo hoy mismo.

Descubre cómo hacer este maravilloso recipiente, con los sencillos pasos a continuación.

Original 

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