Ideal para un almuerzo de verano con la familia. Es tan rico, fresco y natural, que incluso un italiano te felicitaría por tu creación.
Porciones: 6 platos grandes
Tiempo de preparación: 2 horas
Ingredientes:
340 gramos de queso Brie (de tres cremas si es posible)
2 tomates medianos, tan maduros como sea posible
1 diente de ajo
½ taza de hojas de albahaca envasadas, lavadas y secadas
½ taza y 2 cucharadas de un excelente aceite de oliva
Sal Kosher o marina y pimienta fresca molida
½ kilo de pasta rizada (a mí me gusta el Cavatappi)
Preparación:
Deja que el queso Brie se enfríe en el congelador durante 20 minutos para que se ponga firme. Esto hará que sea más fácil de cortar.
Corta los tomates en pedazos grandes y colócalos en una fuente. Pica el ajo finamente y añádelo a la fuente también. Corta la albahaca en pedazos grandes y añádelas también. Vierte aceite de oliva y una cantidad generosa de sal y pimienta. Revuelve con gentileza para que todo se mezcle.
Una vez que el queso Brie esté firme, corta en cubos de 1,5 centímetros y añádelos a la fuente. Mezcla para incorporar el queso con el resto de los ingredientes. Tapa la fuente y deja reposar a temperatura ambiente por al menos 2 horas (y máximo por 8 horas). Mientras más repose, mejor.
Cuando estés listo para comer, hierve agua en una olla con mucha sal y cocina la pasta al dente. Cuela la pasta y viértela en la fuente junto con la salsa. Mezcla todo hasta que esté combinado, el Brie haya comenzado a derretirse y la pasta esté cubierta de una mezcla maravillosa de queso y tomate. Sirve de inmediato con una gran ensalada verde.
Todas las fotografías pertenecen a Food 52, The runaway spoon, El monstruo de las recetas