Un pollo muy bien aliñado, verduras con un salteado que las deja frescas y tiernas, y el maravilloso queso parmesano esparciéndose sobre la mezcla, crean un tesoro culinario. Cuando aprendas a prepararlo, anota la receta y guárdala en tu cajita de cosas importantes. A pesar de encontrarla años después roñosa y llena de manchas de aceite, te aseguro que la querrás heredar a tus nietos para que sigan con la tradición del plato del domingo.
Porciones: 4 a 6 platos
Tiempo de preparación: 6 a 8 horas
Ingredientes:
4 pechugas de pollo, deshuesadas y sin piel
4 cucharadas de aceite de oliva
6 cucharadas de vino blanco seco (también denominado de mesa, tiene poco azúcar)
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de pimienta
4 dientes de ajo, picados
1 cucharadita de albahaca deshidratada
1/2 cucharadita de perejil deshidratado
1/4 taza de queso parmesano, c0rtado finamente + 2 cucharadas de queso parmesano
1 taza de orzo integral sin cocinar
3/4 taza de vegetales (a tu elección)
Preparación:
La noche anterior, sazona las pechugas de pollo con sal y pimienta. Bate 3 cucharadas de aceite de oliva, queso, albahaca, perejil, ajo y 3 cucharadas de vino en una fuente. Pon el pollo en una bolsa ziplock grande y luego vierte el adobo encima, cubriendo todo el pollo. Mantén en el refrigerador durante la noche.
La mañana siguiente, coloca el pollo en tu olla de cocción lenta con 3 cucharadas de vino. Cocina en fuego bajo por 6 a 8 horas.
Prepara el orzo integral de acuerdo a las instrucciones de su envase. Una vez que esté cocido, combina con lo que queda de aceite de oliva, parmesano, y sal y pimienta a gusto. Corta el pollo en pedazos, y mézclalos con el orzo. Añade vegetales a elección. Cubre con queso parmesano adicional.
Todas las fotografías pertenecen a How sweet it is