Un almuerzo saludable y bastante liviano con los sabores más intensos del Sudeste Asiático. Después de probarlo, tus ganas de viajar serán aún mayores.
Porciones: 2 platos
Tiempo de preparación: 30 minutos
Ingredientes:
1/2 taza de quinua sin cocinar, enjuagada
1 pechuga de pollo, cocinada y desmenuzada
1/3 taza de zanahorias picadas
1/3 taza de cáscaras de edamames (porotos de soja cosechados aun verdes)
1/3 tazas de cebollas verdes cortadas
1/4 taza de maní picado
1/4 taza de cilantro fresco picado
Salsa
2 cucharadas de salsa de ají dulce
1 cucharada de vinagre de arroz
1 cucharada de leche de coco enlatada
1/2 cuchara de azúcar morena
1 cucharadita de mantequilla de maní cremosa (se mezcla con más facilidad si está derretida)
1 cabeza de ajo
1/2 lima, hecha jugo
1/8 cucharadita de jengibre molido
Preparación:
Prepara la quinua siguiendo sus instrucciones. La mayoría de ellas pide 1 taza de líquido. Yo prefiero usar caldo de pollo o de vegetales bajo en sodio.
Mientras la quinua se cocina, vierte todos los ingredientes de la salsa en un recipiente y revuelve para que se combinen. Una vez que la quinua ha absorbido todo el líquido, revuelve con la salsa. Agrega el pollo, zanahorias, edamame y cebollas verdes, mezclando. Prueba y sazona con un poco de sal y pimienta si es necesario.
Añade la mitad de los maníes y cilantro, luego sirve en un recipiente grande, con los maníes y cilantro que quedan encima. Me gusta servir esto con una ensalada, sopa, o incluso con un sándwich.
Todas las fotografías pertenecen a How sweet it is
